La pugna entre grupos rivales bloquea una asamblea sobre la situación de obreros africanos
La asamblea informativa de trabajadores africanos de la comarca del Maresme, convocada para ayer con el objetivo de explicar las condiciones de la repatriación voluntaria ofrecida por el Gobierno Civil de Barcelona y la Cruz Roja, tuvo que ser interrumpida a los pocos minutos de iniciarse. El enfrentamiento surgido entre un grupo de adversarios del líder Suleyman Sanyang, valedor de la operación retorno, y los seguidores de éste, estuvo a punto de degenerar en violencia física, lo que aconsejó el aplazamiento de la reunión. La única conclusión que pudo apreciarse en medio de la confusión reinante fue que la mayoría de los africanos quiere permanecer en España.
La convocatoria reunió en el Casal de Cultura de Can Xammar a unos 300 trabajadores africanos. A la tensión originada por el enfrentamiento entre Suleyman y Momudu Cham, este último líder del grupo Yama-Kafo, se unio la confusión producida por la diversidad de lenguas de los asistentes, que en castellano, inglés, mandinga y varios de sus dialectos pugnaron por imponer sus criterios en el poco tiempo que la asamblea estuvo constituida corno tal. Los partidarios de permanecer en España -la mayoría de los que acudieron a Mataró- llegaron a amenazar con represalias si su continuidad en el país se veía comprometida o si se complicaba su situación laboral. "Si aquí pasamos hambre", afirmó el portavoz de Yamo-Kafo, "los españoles que hay en Gambia también la pasarán".El grupo de adversarios de Suleyrinan denunció a éste y a Comisiones Obreras como responsables de ocultar la intención gubernativa de iniciar una operación de repatriación forzosa piara el futuro y de haber renunciado a luchar por la legalización de la situación laboral y de residencia de los africanos.
Tanto Suleyman como el secretari.e comarcal de Comisiones Obreras, Jaume Puig, respondieron a las acusaciones reiterando su oposición a cualquier intento de repatriación forzosa. Denunciaron, a su vez, las trabas puestas por muchos funcionarios de la Administración para impedir la redacción de contratos laborales.
Los miembros de Yama-Kafo, que, en general, por su dominio del idioma español parecen disfrutar de una posición económica y cultural privilegiada respecto al resto de sus compatriotas, atacaron abiertamente a Suleyman y a CC OO, responsabilizándolos de la situación actual por haber promovido la actuación judicial del mes de noviembre de 1982, que, afirman, "desató el miedo patronal a seguir contratando trabajadores africanos".
La representante de la asamblea provincial de Barcelona de la Cruz Roja, Emilia Alonso, tuvo que abandonar la sala sin intervenir y sin haber obtenido conclusión alguna respecto a las condiciones de repatriación.
Entran hoy en vigor las medidas anunciadas por el Gobierno Civil de Barcelona para facilitar el retorno a su país de origen de todos aquellos trabajadores africanos que lo deseen. Los interesados podrán acogerse a ellas hasta el próximo día 10 de febrero.
