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Ruiz-Mateos afirma haber comprado en 1982 una empresa casi en quiebra sólo para satisfacer a Termes

"En 1982, Rumasa compró una sociedad inmobiliaria prácticamente en quiebra por una cantidad aproximada de 800 millones de pesetas sólo para satisfacer a Rafael Termes, presidente de la patronal bancaria, que esta ha relacionado con el propietario de la sociedad. Esta es una de las informaciones que facilité al dirigente sindical Justo Fernández cuando me visitó en Londres esta semana", declaró a EL PAIS el fundador del holding de la abeja, José María Ruiz-Mateos. Rafael Termes, por su parte, en un telex enviado a este diario en la tarde de ayer afirmó que "todo lo dicho por Ruiz-Mateos es sustancialmente falso. No quiero entrar en detalles, aunque podría hacerlo, porque considero que esto contribuiría a los propósitos publicitarios de los señores Ruiz-Mateos y Justo Fernández. Y este es un juego en el que no quiero entrar".

"He decidido contar lo que sucedió en 1982 ha dicho Ruiz-Mateos, "porque estoy harto de que Termes diga que me avisé repetidamente sobre la falta de transparencia de mis negocios". Según Ruiz-Mateos, conoció a Rafael Termes hace 25 años, a través de un empresario catalán, Francisco Curt Martínez, con quien formó una sociedad inmobiliaria para promover complejos turísticos en la costa de Tarragona. "Curt era socio, a su vez, de Termes, que presidía por aquel entonces el Credit Andorrá, y ambos compartían una oficina en la Vía Augusta de Barcelona y realizaban operaciones conjuntas".Consultado sobre esto, Rafael Termes, en unas declaraciones hechas a EL PAIS en la mañana de ayer, dijo que él nunca fue socio de Curt, a quien conoció antes de la liberalización de 1959, como representante de una empresa holandesa que se dedicaba a operaciones triangulares, totalmente legales y necesarias en aquella época. "Es probable que se lo presentara; los años me desdibujan los hechos".

Ruiz-Mateos asegura que deshizo su sociedad con Francisco Curt hace más de 20 años, pero que la relación de éste con Termes continuó viva desde entonces. La versión del presidente de la patronal bancaria es que Curt no fue socio de Ruiz-Mateos, sino empleado o gerente de Ruiz-Mateos, SA, empresa que constituyó antes, de Rumasa y que se dedicaba a la promoción inmobiliaria en la costa catalana, entre Cambrills (Tarragona) y Salou. Según Termes, como pensaba que Curt se extralimitaba en sus funciones, decidió venderle la sociedad. "Los dos me tenían confianza y me llamaron para que actuara en el asunto de hombre bueno. Estaba en Cádiz y les dije que no hicieran un disparate, que Paco Cuit no podría pagar. Pero al día siguiente me comunicaron que lo habían meditado y lo iban a hacer. Como luego vencieron los plazos y Paco no pagaba, llegaron a una solución de recompra y Paco siguió con la gestión de la urbanizadora de Vilafortuni".

Negocio ruinoso

"En 1982", de acuerdo con las declaraciones del fundador de Rumasa, "el presidente de la patronal bancaria me invitó a comer y me propuso que comprara la sociedad de Curt. Mis asesores me dijeron que era un negocio ruinoso, pero Termes me presionó de tal manera que acepté comprarla como una medida política. Creí que con esta operación, que costó casi 800 millones mas 25 millones a tocateja que entregué a Curt, lograría el apoyo de Termes en mis problemas con el Banco de España".

La versión de Termes es, nuevamente, distinta. "Paco y Ruiz-Mateos" dijo, "realizaron la recompra de la inmobiliaria más de una vez. Puede que la última fuera en 1982. No se si hablamos del asunto almorzando o no. Sí recuerdo que le dije: José María, tienes que arreglar de una vez el asunto. Pero yo no tenía más títulos para aconsejarle que nuestra anterior relación, y si él lo hizo es porque quiso. Aunque, de hecho, él tenía otras razones: había utilizado las sociedades de Curt para darse crédito a sí mismo, y no tenía más remedio que comprarlas para tapar las irregularidades que había. Sí es cierto que muchas veces me había pedido ayuda ante el Banco de España. Pero siempre le contesté que no tenía más apoyo que constribuir a la claridad y transparencia con las auditorías que le pedían".

El fundador del holding de la abeja afirma que los documentos de la operación de compra figuran en los archivos de la empresa de Rumasa, Inmobiliarias Reunidas. "Yo me pregunto qué relación existe entre Curt y Termes, desde la época del Credit Andorrá, como para que el presidente de la patronal pusiera en juego todo su peso para ayudarles".

Termes reiteró que nunca fue socio de Curt, con quien mantiene amistad, si bien no llegó a compartir despacho, como asegura Ruiz-Mateos, sino a tenerlo en el mismo edificio , pero antes de trabajar en Credit Andorrá o en el grupo del Banco Popular.

Ruiz-Mateos se mantiene dispuesto a iniciar un pleito a quien compre una de las sociedades, reprivatizadas, de Rumasa, "si es que la Administración se atreve un día a venderlas". Afirma que sus nuevos abogados tienen instrucciones en este sentido y arremete contra su anterior abogado, Matías Cortés: "Le pagué por adelantado 40 millones de pesetas, pero no pienso darle ni un duro más. Antes me muero".

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