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Pan de Soraluce cree escasas las posibilidades de lograr resultados en la Conferencia de Estocolmo

Las posibilidades de que se alcancen acuerdos concretos entre las superpotencias en la Conferencia sobre Desarme en Europa, que dará con el próximo día 17 en Estocolmo, son muy escasas. Además, cualquier hipotético acuerdo de este tipo tendría que buscarse al margen de la conferencia, cuyo campo de actuación está estrictamente determinado en el mandato emitido por la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa celebrada enMadrid.

Ésta es, a pocos días del comienzo de la reunión de Estocolmo -en la que muchos ven la última oportunidad de una reanudación a corto plazo del diálogo entre Washington y Moscú-, la opinión de Juan Luis Pan de Soraluce, embajador de España en Austria que desempeñó un destacado papel como jefe de la delegación española en la consecución de un acuerdo final en la Conferencia de Madrid. Pan de Soraluce comparte, sin embargo, el moderado optimismo de quienes creen que en Estocolmo mejorarán las relaciones Este-Oeste.Según manifestó ayer a este corresponsal, el diplomático español espera una campaña propagandística de los países del Este en la primera fase de la conferencia, en la que reiterarán propuestas ya presentadas y rechazadas por la Alianza Atlántica en su día. Estados Unidos, por su parte, mostrará una mayor disponibilidad para el diálogo sobre bases concretas, con la intención de frustrar la táctica soviética, que ya se perfila, de convertir a Estocolmo en un foro propagandístico que haga recaer toda la responsabilidad de la ruptura Este-Oeste sobre la Administración norteamericana. La alocución del presidente Ronald Reagan, anunciada para el dia anterior a la apertura de la conferencia, puede ser un golpe de efecto en este sentido.

Posibilidades de acercamiento

La impresión de una actitud conciliadora norteamericana parece confirmarse con las declaraciones del embajador James Goodby, jefe de la delegación de Estados Unidos en Estocolmo, en las que no descarta, en un principio, la posibilidad de un acercamiento de su país a algunas propuestas de los países del Pacto de Varsovia, como el proyecto de desnuclearización de los Balcanes y la firma de un acuerdo de no agresión. Respecto al pacto de no agresión, Goodby especificó que éste no deberá limitarse a un acuerdo entre los dos bloques, sino que habrá de incluir el compromiso de no agresión entre los diversos países del bloque oriental.En todo caso, como manifestó Pan de Soraluce, el campo de actuación de la Conferencia de Estocolmo está perfectamente definido por la CSCE de Madrid. La Conferencia de Estocolmo no es soberana, y deberá ser la próxima CSCE de Viena, en noviembre de 1986, la que ratifique los acuerdos que puedan tomarse ahora en el foro sueco. Allí se deberán tratar primero las denominadas "medidas de confianza", para pasar después al tratamiento de cuestiones específicas de desarme. Un factor de importancia en cuanto a las primeras es la verificación de datos sobre movimientos y contingentes de tropas y armamento.

El problema de la verificación viene siendo el principal obstáculo en las negociaciones sobre reducción de tropas en Europa, que hasta su interrupción por iniciativa oriental, el pasado diciembre, se han celebrado en Viena durante 10 años, sin resultado concreto alguno. Por ello, Pan de Soraluce opina que la duración de la conferencia es impredecible, y que la afirmación de Goodby de que a mediados del presente año se habrán perfilado los derroteros que toma la reunión es aventurada.

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