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Malestar en la industria norteamericana ante el decreto de protección al cine español

El éxito económico del Primer Festival de Cine Español en Nueva York ha sacado a primer plano la tensión existente entre las empresas distribuidoras de la industria cinematográfica norteamericana y las autoridades del Ministerio de Cultura español, a raíz de la preparación por éste de un proyecto de decreto sobre protección del cine español, que estable ce una normativa más rigurosa y restrictiva que la vigente en lo relativo a la importación en España de filmes extranjeros. Pese al éxito de los filmes españoles presentados en el festival neoyorquino, los exhibidores; norteamericanos son reticentes a la hora de comprar filmes españoles.

El Primer Festival de Cine Español en Nueva York, que debía haberse clausurado hoy, ha conseguido el segundo lugar en la lista de películas más taquilleras exhibidas en esta ciudad durante la presente semana. Las 14 películas presentadas han obtenido unos ingresos de 30.000 dólares (más de 4,5 millones de pesetas), tan sólo superados por los 53.000 dólares (ocho millones de pesetas), recaudados por el filme Star 80.La sorpresa ante este éxito es compartida por los 10 exhibidores norteamericanos que el pasado miércoles se reunieron con la directora general de Cine, Pilar Miró, que se encuentra en la ciudad presidiendo la delegación española en el festival. En la reunión, estos exhibidores se mostraron sorprendidos por el éxito del festival y reticentes a la hora de hacer propuestas concretas. Aunque no salió sobre el tapete, el tema del decreto sobre la regulación de la industria cinematográfica española debió estar presente en su ánimo.

Según declaración a EL PAIS de Pilar Miró, en la reunión se puso de manifiesto la necesidad de un diálogo permanente entre las industrias de cine de ambos países. "Los exhibidores piensan que para que el éxito obtenido por este festival tenga una repercusión en el público norteamericano, es necesario que se mantengor una relación comercial constante a través de una oficina del cine español en Estados Unidos", dijo Pilar Miró, y añadió que su departamento ya estaba estudiando este proyecto.

Pilar Miró, en una postura más bien cauta y ajena a todo triunfalismo, enjuició el éxito obtenido por el festival de Nueva York como "un paso más, en la proyección del cine español fuera de nuestras fronteras". Cara a sus negociaciones con la industria cinematográfica norteamericana, lo consideró como un argumento más de peso. "El cine español no sólo está ganando importantes premios internacionales sino que en Nueva York ha demostrado que es taquillero".

Hace una semana, la revista Variety, la publicación más influyente de la industria del cine aquí, publicaba un artículo comentando las restricciones a la exhibición de películas extranjeras que contempla el decreto. Se informaba en él de la reunión que el ministro de Cultura, Javier Solana, había tenido con la asociación de exhibidores de la Motion Pictures of America hace 15 días en esta ciudad y se calificaba la postura española como "inflexible a la hora de hacer concesiones". Asimismo, se apuntaba la posibilidad de un boicoteo a los festivales de cine españoles en el extranjero.

Inevitable y no agresivo

En el número de esta semana, Variety publica una entrevista con Pilar Miró en la que ésta afirma que "el decreto es inevitable y no es agresivo. No debe verse como un acto de beligerancia, sino como algo que debíamos hacer a nivel interno para defender y mejorar nuestra propia industria". Pilar Miró señala que las protestas de las industrias cinematográficas extranjeras se deben más a informaciones confusas que al propio contenido del decreto.Pilar Miró afirma finalmente en la entrevista que la negociación con Estados Unidos cara a la modificación del decreto ya está cerrada sin que vaya a producirse ninguna alteración al mismo, pero que, sin embargo, continúan las conversaciones de cara a las futuras inversiones norteamericanas en producciones españolas y a la compra de las mismas para su exhibición en Estados Unidos. "Pero bajo ninguna circunstancia", apunta Pilar Miró, "pueden considerarse esas, futuras inversiones o compras como instrumentos de negociación cara a que rebajemos los cupos de importación".

La postura española ha quedado clara", afirma la directora a EL PAIS, no sólo a través de estas declaraciones sino en las entrevistas que ha mantenido aquí con los empresarios. "En principio creo que la vía de diálogo queda abierta, y de lo que se trata es de mantener el mismo a través de una oportuna información y reuniones más periódicas".

La postura norteamericana tanto en las reuniones con el ministro de Cultura, Javier Solana, como con la directora general de Cine no ha estado ausente de presiones. Sobre posibles presiones norteamericanas en este campo, fuentes de la embajada de los Estados Unidos en Madrid han declarado a este periódico que "es este un asunto estrictamente comercial, ante el que no hay reacción oficial alguna".

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