Rosa Montero y los vascos

Siento que Rosa Montero, en su artículo del lunes 3 de octubre, califique de espeluznante la ovación cerrada que le tributaron en el estadio de San Mamés a Goikoetxea, "deshechos de orgullo ante la proeza de pasar a los anales como los más bestias".Siento que sea tan difícil comprender que fue un estupendo abrazo en forma de aplauso a un jugador de los suyos, como nosotros tenemos de los nuestros, a un jugador que, como todos, juega fuerte; que, como todos, a veces da patadas, y que, como ninguno, ha tenido la mala pata de rompérsela a Maradona, por lo que le han castigado en proporción al personaje dañado. Al pueblo vasco no le gustan las barbaridades ni se siente nada contento con lo que le ha pasado al jugador argentino; es más, lo siente. Pero no le gustan las injusticias, como a ninguno, y es lo que le ha querido transmitir a un hombre que, por haber tenido mala suerte en una fuerte jugada, no vamos a negarlo, le han maltratado psicológicamente y en su profesión. Y que conste que Maradona me parece fenomenal; el pueblo vasco, magnífico; Goikoetxea, un estupendo jugador, y yo soy de Madrid.

Y como lo cortés no quita lo valiente, esperamos todos que los futbolistas tengan un poco de cuidado, por su bien, que son ellos los que se quedan sin jugar, y por el nuestro, que queremos ver bonitos y buenos partidos de fútbol, no batallas campales. De verdad, que a nadie le gusta. Ni a los vascos./

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