Rechazo generalizado a la reducción de servicios prevista por Trasmediterránea
La nueva programación de la compañía Transmediterránea, que entrará en vigor el próximo día 8 de octubre, es considerada negativa para Canarias, al suponer una importante reducción del servicio de dicha compañía en las islas, que podrá acarrear un grave daño económico, en especial al sector turístico. El Gobierno canario ha rechazado tajantemente los planes de Trasmediterránea para el archipiélago y ha propuesto que sean paralizados hasta realizar un estudio sobre el transporte marítimo y aéreo en la comunidad autónoma, ya que de lo contrario se podría llegar a una situación de conflicto.
La polémica sobre este tema surgió al conocerse la decisión de retirar de las aguas canarias el buque transbordador Ciudad de Santa Cruz de La Palma, que cubría un servicio eminentemente turístico entre las islas, para ser destinado a otra ruta nacional. Durante la reciente visita a La Palma del ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones, Enrique Barón, se confirmó esta noticia en un contexto de críticas hacia dicho departamento por la suspensión de las obras de un parador nacional de turismo en la isla (véase EL PAIS del 20 de agosto de 1983).Francisco Marcos, portavoz del Grupo Popular, primera fuerza de oposición en el Parlamento canario, mostró ante este periódico su "sensación de constantes sorpresas ante decisiones no consultadas" y citó una interpelación de su grupo al Gobierno autónomo sobre la retirada, de Canarias del citado buque tipo canguro "para cubrir un servicio en el estrecho de Gibraltar entre Cádiz, Ceuta y Melilla. Nos hablan de sustituirlo por otro tipo tiburón, mientras en Baleares hay tres canguros, con gran pérdida por las islas, al tener que eliminarse los cruceros turísticos por falta de capacidad", declaró.
El presidente de la Asociación Provincial de Agencias de Viaje de Santa Cruz de Tenerife, José Ignacio Alonso, ha protestado por la desaparición de los populares minicruceros canarios como consecuencia de las restricciones que se propone Transmediterránea.
"El presidente de Transmediterránea, Federico Esteve, había expuesto al Gobierno autónomo a finales del mes de julio el proyecto de la compañía, y quedamos en dejar el asunto abierto hasta recabar la opinión de los cabildos insulares y los sectores afectados. Nunca se nos dijo que al día siguiente se firmaría tal programación, y no es cierto que el Gobierno canario haya dado luz verde a la misma", declaró la titular de la Consejería del ramo, María Dolores Palliser, saliendo al paso de unas declaraciones del director general de la Marina Mercante, Fernando Salvador Sánchez Caro.
El Gobierno autónomo mostró a mediados de esta semana, en conferencia de prensa, su oposición a la reestructuración anunciada por Trasmediterránea. El vicepresidente, Juan Alberto Martín, y la citada consejera, miembro del Gabinete socialista canario, denunciaron el precario estado de los transportes en las islas, "que no puede ser peor", en su opinión.
Racionalizar el transporte
Para racionalizar el transporte en Canarias y evitar males mayores, propone el Ejecutivo autónomo un encuentro con responsables de Iberia y Trasmediterránea que permita negociar adecuadamente las nuevas medidas. Anteriormente se había producido un desacuerdo entre el Gobierno canario e Iberia, al ser eliminado por parte de esta compañía el servicio aéreo nocturno entre el archipiélago y la Península. El impacto negativo de esta decisión se vio moderado con una fórmula intermedia.Tras estas discrepancias, Trasmediterránea no ha encontrado ahora apoyo para sus previsiones en el Gobierno autónomo, el cual no posee competencias en materia de Marina Mercante y Aviación Civil, Los horarios de la nueva programación, la reducción de la frecuencia de los viajes entre islas, la supresión de algunos servicios (sobre todo, cruceros turísticos) y la disminución de la capacidad de carga que se producirá a partir del mes de octubre son consideradas por el Gobierno canario razones suficientes para su actual oposición a Transmediterránea.
