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Cunningham, estrella de la noche en el Manzanares

Cunnningham y el Spórting se vieron anoche maltratados por la suerte. La actuación del ex madridista marcó una distancia entre su equipo y el Sevilla más que suficiente para que el partido fuera ganado por los asturianos.El que más y el que menos dejó el Manzanares pensando si el Madrid no habrá hecho el tonto, tan falto de delanteros como está, al prescindir de Cunningham y reservar sus plazas de extranjeros para un líbero que no convence demasiado y cuyo puesto pueden cubrir varios hombres de la plantilla, y un Stielike con eternos problemas físicos.

Cunningham salió con el nueve a la espalda. En punta, acompañado por Abel. En algunas fases del partido sufrió cierto aislamiento, pero cada vez que entró en juego fue una delicia. Pese a que su marcador, Serna, derrotaba por los dos costados, le dejó atrás suficiente número de veces como para aportar los argumentos necesarios para decir que el Spórting debió ganar. Realizó en el primer tiempo un desborde sensacional finalizado tras una carrera de 40 metros por la banda izquierda, en la que dejó atrás a dos rivales, con una repentina diagonal hacia el marco y un potente disparo que se fue arriba por poco. Forzó a Buyo a un par de buenas paradas y estrelló otro balón en la escuadra. Además, ganó varias veces por alto a la defensa del Sevilla. Todo ello, acompañado de un buen número de regates inverosímiles y magníficas jugadas, menos de las que pudieron ser por las muchas faltas de las que fue objeto. Serna sólo le ganó el balón limpiamente un par de veces. Cunningham fue la estrella de la noche, pero el Sevilla será quien juegue hoy la final del torneo con el Atlético de Madrid.

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