_
_
_
_
_

La madre de una adolescente violada la noche de Navidad perdona a los cinco agresores de su hija

Manuel Rivas

La noche de Navidad de 1982, cinco jóvenes del barrio coruñés de Labañó violaron por siete veces a una muchacha de 14 años de edad. La menor, vecina y conocida de los violadores, se había fugado de su casa cinco días antes y pernoctaba en una chabola cercana. En la vista del juicio, que tuvo lugar la semana pasada, el fiscal pidió para los acusados un total de 267 años, la pena más amplia solicitada por la acusación desde hace bastante tiempo en la audiencia coruñesa. El perdón de la madre, con la conformidad de la joven, fue considerado en la sentencia judicial que ha resuelto la absolución de los procesados.

Aunque el ministerio fiscal se opuso a la aprobación del perdón, dada la manifiesta gravedad de los delitos, el primer considerando de la sentencia señala que "dadas las circunstancias del hecho y las personales de los culpables, procede aprobar el perdón concedido por la representante legal de la ofendida, de acuerdo y con la anuencia de ésta, de conformidad con lo establecido en el artículo 443 del Código Penal, vigente al tiempo de la comisión del hecho".En la sentencia se decreta "la extinción de la responsabilidad penal de los procesados, a tenor del número quinto del artículo 112 del citado Código Penal", y en consecuencia se absuelve a los procesados "de los delitos de violación, previstos y penados en el artículo 429 de dicho cuerpo legal, de que venían acusados por el ministerio fiscal".

La defensa de los procesados, en sus conclusiones definitivas había negado la autoría de los delitos y solicitó la libre absolución de los acusados.

Los cinco jóvenes implicados, dos de ellos menores de 18 años, estuvieron jugando a las cartas en el domicilio de uno de ellos, en la noche del 24 de diciembre. De común acuerdo, y para pasar "un rato agradable", según su declaración, cuatro de los jóvenes se desplazaron a una chabola. cercana donde sabían moraba una muchacha que conocían del barrio y que se había fugado de su domicilio por desavenencias con sus padres. La chica les franqueó la puerta de la chabola y, después de charlar y tomarse unas cervezas, uno de los procesados le propuso "hacer el amor". Ante su resistencia, fue intimidada con un cuchillo de cocina, obligándola a realizar el coito. Cuando un segundo de los procesados trataba de violentar a la joven,. alertado por los lloros de ésta, se personó en el lugar el propietario de la chabola, quien les obligó a marcharse.

Dos de los procesados permanecieron en las proximidades del lugar, llamando a la joven para que les acompañase, a lo que accedería "por efectos de las amenazas y previendo que pudieran resultarle males mayores". Ya en el piso donde se reunieran los jóvenes, la menor sería violada sucesivamente en seis ocasiones.

Una vez presentada la denuncia, la policía procedió a la inmediata detención de cuatro de los procesados, ya que uno de ellos no fue localizado e internado en prisión hasta dos meses después. Un sexto joven, al que se relacionó en un principio con los hechos, fue puesto en libertad sin procesamiento al demostrarse su no implicación.

Después de la reforma del Código Penal, no se considera la figura del perdón a efectos judiciales en los delitos por violación. Los hechos juzgados en La Coruña tuvieron lugar con antelación a la promulgación de esta reforma y las normas penales no tienen efecto retroactivo si no van en beneficio del reo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_