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Probable aplazamiento del juicio de Londres sobre la Rumasa exterior por una 'irregularidad' del Banco de España

Los abogados de José María Ruiz-Mateos pueden hoy, muy probablemente, obtener un aplazamiento de los procedimientos preliminares que sobre la Rumasa exterior se llevan a cabo desde el lunes pasado en la Sala 40 del Alto Tribunal de Londres, como resultado del disgusto que le ha producido al juez del caso la admitida sustracción y posterior traslado a Madrid de más de 400 paquetes de copias de documentos -que estaban sometidos a control judicial británico por parte de tres inspectores del Banco de España. Estos documentos, relacionados Con la firma Mulitinvest U.K, el holding de Ruiz Mateos en el exterior, han servido para documentar el procedimiento criminal iniciado en España contra el fundador del grupo de la abeja.

El juez Binelott, que en días anteriores había mostrado una no oculta inclinación favorable a las tesis de la Rumasa oficial (del Gobierno), a punto estuvo ayer de tomar una decisión, al respecto y aceptar los argumentos en favor del aplazamiento de las causas hasta el mes de octubre. Si su decisión fue retrasada hasta hoy, se debió quizá a que las dos partes en litigio continuaban ayer sin ponerse de acuerdo sobre el compromiso interino que permitirá a William & Humbert, la firma jerezana propiedad de Rumasa, continuar la comercialización en el mundo del jerez Dry Sack, cuya marca reclama para sí Ruiz-Mateos a través de la firma radicada en la isla de Jersey, W. and H. Trade Marck Limited.Si este acuerdo -que se negocia desde el pasado lunes y que está prácticamente ultimado según los representantes de William & Humbert-, hubiese estado listo para su presentación ante el juez, hasta los abogados de Rumasa, S A, concedían ayer que el juez habría finalmente aceptado los argumentos de los abogados de Ruiz-Mateos y habrían aplazado las diferentes causas que se siguen en Londres hasta el próximo mes de octubre.

La reanudación del juicio esta mañana será decisiva para dirimir esta cuestión. Si el juez continúa mostrando su disgusto por la filtración de los documentos, y decidiese aplazar las causas, los abogados de Ruiz-Mateos habrían dado un inesperado, aunque momentáneo, vuelco al caso judicial de la Rumasa exterior y todo, al parecer, por una mera cuestión más formal que de fondo.

Giro inesperadoLa tesis de los abogados de Ruiz-Mateos se basa en que de nada sirve pleitear en Londres la propiedad de unas sociedades vinculadas con Rumasa si en España permanece aún sin dilucidar la propiedad global del holding, ya que está pendiente aún un recurso de Ruiz-Mateos ante el Tribunal Constitucional sobre la legalidad del decreto del 24 de febrero de 1983 que nacionalizó los bienes del holding de la abeja.

"Si el Tribunal Constitucional español falla a favor de mi cliente se producirá una situación en la que estaremos pleiteando contra nosotros mismos en un tribunal británico. Incomprensiblemente, estareos pagando la minuta de los abogados de las dos, partes", manifestó el abogado Heimman, de Ruiz-Mateos ante el juez. El representante del fundador de Rumasa pidió al magistrado que exija la devolución de los documentos sustraídos por los inspectores del Banco de España y que coloque todos los papeles relacionados con la firma Multinvest bajo la supervisión de un interventor judicial, que impida de manera efectiva más filtraciones.

Precisamente la jornada de ayer estuvo centrada exclusivamente en la cuestión de los documentos, tema que por primera vez se mencionó en la causa el pasado martes. Estos documentos estaban depositados en el despacho de abogados londinenses Herbert Smith y sometidos a la vigilancia de un interventor judicial nombrado por el magistrado del Alto Tribunal de Londres. Según testimonios escritos y leídos ayer en la sala, los documentos fueron fatocopiados por tres inspectores del Banco de España (Bahamonde, Tamargo y Brasero), que se llevaron las copias a Madrid, pese a existir la intervención judicial británica. Saturnino Plaza empleado del Banco de Jerez y encargado de la custodia de los documentos, admitió en testimonio escrito que recibió instrucciones de Pedro Rodríguez Perucha, director de la división internacional del Banco del Norte para asistir a los inspectores del Banco de España.

A su vez, Rodríguez Perucha reconoció haber autorizado la' entrega de los documentos porque "no estaba preparado para retener información que pudiera ser útil a la justicia española". Otro testimonio escrito de Juan LLadó, representante del Fondo de Garantía de Depósitos y encargado de la gestión de la división internacional de Rumasa, admitía a su vez la transferencia de los documentos, e implícitamente su uso, en la causa penal que se sigue contra Ruiz-Mateos en España. El juez Binelott, que ya en la sesión del pasado martes mostró su disgusto por el incidente daba su asentimiento con un gesto revelador cuando los abogados de Ruiz-Mateos explicaban que la filtración de los documentos podría tratarse de un desacato a los tribunales británicos y que, al no garantizarse que este tipo de incidentes volviera a repertirse, convendría aplazar los procedimientos preliminares hasta el mes de octubre.

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