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Reportaje:

Funcionarios de siete juzgados de Barcelona, acusados de cohecho por el almacenista Humbert Rovira

Funcionarios de siete juzgados de distrito de Barcelona, entre los que se encuentra el juzgado decano de distrito, pueden estar implicados en presuntos delitos de cohecho a tenor de las declaraciones efectuadas a la Guardia Civil por José María Humbert Rovira, ex gerente de la empresa Conductoras de Barcelona, S A, Humbert Rovira se encuentra encarcelado en la cárcel Modelo de Barcelona desde el pasado día 1 de julio, por su supuesta participación en el incendio de un almacén en el que se guardaban diversos objetos procedentes de embargos.

Según el testimonio de Humber Rovira, entre 1978 y 1982 un funcionario -al que llamaremos M- de un juzgado de distrito de Barcelona propició a Conductoras de Barcelona, S A, cerca de un centenar de operaciones de lanzamientos judiciales. El mencionado funcionario recibió a cambio unas propinas que oscilaron entre las 5.000 y las 10.000 pesetas por cada uno de los encargos, lo que supondría un total próximo a los 4.500.000 pesetas. Este es uno de los casos denunciados por José María Humbert Rovira en el escrito que entregó a la Guardia Civil al detenerle, con lo que cumplió la promesa de "tirar de la manta" y "poner al descubierto" la corrupción judicial en Barcelona.Humbert Rovira acusa también al funcionario M., del que sólo se conoce el primer apellido, de haber recibido durante estos mismos años una cantidad similar de otra empresa que, como la suya, venía dedicándose a los lanzamientos judiciales. Con lo que, según afirma el denunciante, este funcionario habría recibido en cuatro años cerca de diez millones de pesetas en propinas, para canalizar las operaciones hacia determinadas empresas.

Según el ex gerente de Conductoras de Barcelona, S A, el caso del funcionario M. no es el único, ni el más escándaloso.

Asegura Humbert Rovira, por ejemplo, que regaló al funcionario T. un coche marca Mercedes, valorado en dos millones y medio de pesetas como compensación a los servicios asignados a Conductoras de Barcelona. Meses después, según se desprende de la declaración del denunciante, el funcionario entregó este vehículo a un constructor de la Costa Dorada, como parte de un pago por la construcción de un chalé.

Tres fraudes posibles

Las operaciones más usuales concertadas por Conductoras de Barcelona con los funcionarios de los juzgados de distrito, según la autodenuncia de Humbert Rovira, habrían consistido en pagar cantidades que oscilan entre 5.000 y 10.000 pesetas por cada uno de los servicios asignados. Pero no se acaba aquí toda la supuesta casuística defraudatoria contemplada por el ex gerente en su escrito, que está siendo estudiado por el fiscal Eduardo Peña y por el magistrado Luis Fernando Gómez de Vizcarra, titular del juzgado de instrucción número 12 de Barcelona.José María Humbert Rovira en su denuncia resume y sintetiza los supuestos fraudes en tres diferentes modalidades. En la primera estarían inmersos todos los funcionarios, que como en el caso de M., venían percibiendo una cantidad fija y determinada por cada servicio asignado a Conductoras.

En una segunda modalidad del fraude se contemplaría una hipotética sustracción y venta de los bienes embargados. Esta manipulación estaría cometida por los funcionarios, de acuerdo con los abogados y los responsables de la empresa Conductoras de Barcelona, quienes se repartirían los beneficios de manera equitativa.

En una tercera modalidad aparecerían inmersos los funcionarios que, de acuerdo con los abogados y procuradores, sustraerían bienes procedentes de los embargos para su disfrute personal o para la venta, consignándose en las listas de bienes objetos de ínfima calidad y asegurando que su destino había sido la destrucción.

A tenor de estas denuncias, se podría llegar a la conclusión de que se había configurado un abanico de delitos, entre los que se encontrarían el cohecho, la malversación de caudales públicos, el robo, la receptación y la falsedad en documento oficial.

Muebles y cuadros

En la lista de supuestas defraudaciones, denunciadas por Humbert Rovira, se contemplan comportamientos generales de determinados funcionarios, pero se explican también operaciones muy concretas, como la de una funcionaria que hizo trasladar a su domicilio unos muebles procedentes del lanzamiento de un restaurante de lujo de Barcelona. Se asegura que otro funcionario de distrito tuvo idéntico comportamiento al efectuar un lanzamiento de una galería de arte, al retener y hacer trasladar a su domicilio algunas de las obras que consideraba importantes.En la mayoría de los casos denunciados por Humbert Rovira no se designa el nombre completo de los funcionarios responsables del fraude, en algunos casos sólo se da el nombre de pila, en otros un solo apellido, pero en cualquier caso se dan elementos suficientes como para localizar a la persona denunciada. Este, por ejemplo, es el caso del funcionario B. del que Humbert Rovira asegura que operaba de acuerdo con un cerrajero, que le abría los locales a embargar y de donde sustraían los bienes que después vendía por su cuenta.

Cierto escepticismo

La denuncia-río del ex gerente de Conductoras de Barcelona, ha sido acogida con cierto escepticismo en determinados medios judiciales. Junto con afirmaciones categóricas asegurando que "Humbert se lo ha inventado todo, o casi todo", se alinean otras con las que se añade que "difícilmente los investigadores podrán demostrar la comisión de cada uno de los delitos". Sin embargo, hay también un sector que asegura que tras esta denuncia y posterior investigación, se abrirán "como en catarata" nuevas denuncias contra otros funcionarios y otros juzgados.En cualquier caso, la confesión de Humbert Rovira no ha sorprendido a nadie. El tema de la corrupción de determinados juzgados de Barcelona era investigado desde hace varios meses a través de diferentes causas, pero siempre se había visto frenado por el silencio.

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