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El Harrier que aterrizó sobre un carguero español volverá al Reino Unido, al ser declarado propiedad no embargable

El avión Harrier de la Royal Navy que protagonizó la semana pasada un insólito suceso al aterrizar en el Atlántico sobre un carguero español, puede ser devuelto al Reino Unido, probablemente hoy, ya que el Tribunal Marítimo Central ha decidido que se trata de un bien de Estado no embargable. La noticia fue recibida ayer con gran entusiasmo por parte de los representantes británicos desplazados a Tenerife, que dieron inmediatamente órdenes a los técnicos de la Royal Navy para iniciar los preparativos del retorno del aparato.

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Varios de los técnicos ingleses llegados a la isla tuvieron que suspender su proyecto de ir a la playa, aprovechando el día de sol que hacía ayer (para lo que se habían dividido en turnos), al ser confirmada la decisión de las autoridades marítimas españolas. Tanto el naviero Alfonso García Miñaur, propietario del barco Alraigo (que se encuentra desde el jueves, con el avión a bordo, en el puerto tinerfeño) como su abogado, Fernando Meana, estaban en ese momento fuera de la isla. El primero, al parecer, en Las Palmas, de descanso, y el segundo, en Madrid. Sus negociaciones con los representantes de la Royal Navy sobre el pago de una recompensa habían fracasado, y su deseo de retener el avión inglés hasta lograr un compromiso de los británicos tampoco será posible.El petrolero British Tay, que aguardaba ayer, según fuentes británicas, en aguas internacionales cerca de Canarias, es esperado hoy en el puerto de Santa Cruz de Tenerife. El Ministerio de Defensa del Reino Unido le ha encomendado recoger el Harrier y llevarlo a casa, donde los ingleses esperan con verdadera inquietud poder analizarlo a fondo, con el fin de descubrir el origen técnico de esta historia.

En los pasillos del hotel Mencey, que ha sido estos días centro de gestiones, esperas y conversaciones telefónicas, los ingleses hicieron ayer el signo de OK! con el dedo pulgar. Al mismo tiempo fueron cautelosos: "Estamos muy contentos, porque las autoridades españolas han colaborado en este asunto", señaló el capitán de fragata Paul Madge, relaciones públicas de la Royal Navy.

Un bien de Estado

El director de la Oficina de Información Diplomática (OID) del Ministerio de Asuntos Exteriores de España había declarado al Diario de Avisos de Tenerife, que el Tribunal Marítimo Central, reunido en Madrid el sábado pasado, entendía, en una resolución al respecto, que el avión Harrier inglés no es embargable, por tratarse de un bien de Estado, por lo que deberá procederse a su devolución lo antes posible.Antes de que el avión salga de Tenerife deberán darse algunos pasos previos, según señalaron los representantes británicos, que indicaron que "están por determinarse algunas responsabilidad para todo esto". El portavoz de la OID indicó también que, una vez producida la decisión del Tribunal Marítimo Central sobre la devolución del avión, las conversaciones entre la Royal Navy y la naviera García Miñaur se celebran de manera independiente.

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Por su parte, los abogados que entienden en el capítulo económico del contencioso no supieron precisar ayer si mantendrán esta semana reuniones en Madrid o en Tenerife. "Las negociaciones siguen abiertas", señaló Fernando Huidobro, uno de los abogados de la parte británica, quien anunció la elaboración de un dictamen sobre las condiciones de la Royal Navy para un acuerdo con la naviera.

Los ingleses han ofrecido una fórmula denominada open form, que supone un compromiso. En repetidas ocasiones los representantes británicos han expuesto que el Ministerio de Defensa de su país ha ofrecido una "recompensa razonable" a la naviera. El abogado Huidobro no descartó que un acuerdo en el tema podría producirse fuera del marco estricto de la actuación de los tribunales, mediante una compensación negociada directamente entre las dos partes, pero afirmó que hasta ahora no se ha hablado de cifras.

Como se sabe, los representantes británicos han intentado hacer prevalecer el criterio de que este caso no tiene necesariamente que ser contemplado por un tribunal marítimo español, en contra de la tesis de la naviera. La sugerencia británica de que el tema sea elevado a un tribunal del Reino Unido o, en su defecto, a un tribunal internacional, no ha sido aceptada por la parte española, que ha insistido en la idea de que el asunto no salga de España. En estas circunstancias, las conversaciones entre ambas partes se encuentran bloqueadas desde el viernes pasado.

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