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Millón y medio de personas han visitado la Feria del Libro, que hoy se clausura

La satisfacción es la palabra que mejor resume el balance de la Feria del Libro de Madrid, que hoy se clausura después de dos semanas en las que el paseo de coches del Retiro ha sido el centro cultural de la ciudad. Alrededor de 300 millones de pesetas recaudados hasta el viernes y millón y medio de visitantes constituye, junto a la normalidad y ambiente festivo en que se ha desarrollado el certamen, la principal causa de la satisfacción de los organizadores de la Feria.

Editores y libreros desconocen las causas definitivas del éxito apabullante del certamen. Descartado el atractivo de las novedades editoriales (sensiblemente inferior en número al de las últimas convocatorias) o de la publicidad, algunos de los organizadores apuntan que el ambiente cultural que reina en Madrid durante los últimos meses puede haber influido en la sed de libros que ha mostrado el público que diariamente se ha paseado entre las 244 casetas. El programa paralelo de actos culturales, que diariamente se ha desarrollado en la carpa, y las actividades dedicadas a los niños han sido importantes atractivos para el público visitante.Jesús García Bayón, miembro de la comisión organizadora, añade que otro de los grandes atractivos ha sido la presencia de los autores (177, que han realizado alrededor de 500 firmas) y su contacto directo con el público. "A la gente le gusta conocer de cerca al escritor. Preguntarle cosas y saber cómo es personalmente. Esta oportunidad se ofrece casi exlusivamente en un certamen de estas características, y el público viene de forma masiva".

Más lectores de novela

El millón largo de personas que diariamente ha hojeado y comprado libros está entre los 25 y los 40 años. En general, el comprador ha ido sabiendo claramente lo que quería y el género más beneficiado ha sido, sin ninguna clase de dudas, la novela.En un primer balance apresurado sobre los títulos más vendidos, los organizadores aseguran que, a diferencia del año pasado, en que uno o dos títulos acapararon la atención de los compradores (6.000 ejemplares de La historia interminable, de Ende), en esta ocasión la predilección de los visitantes ha estado muy repartida. En propia mano, de Antonio Gala; Las Memorias de Adriano, de Margerite Yourcenar; Los gozos y las sombras, de Gonzalo Torrente Ballester; Mis Episodios nacionales, de Vizcaíno Casas, autor que tiene el récord en la firma de libros al autografiar 68 ejemplares en media hora, son algunos de los títulos más solicitados. En general, libreros y editores afirman que las preferencias del público han estado enfocadas hacia la narrativa, en claro detrimento de los libros dedicados a la teoría política, el género menos vendido de la Feria y que ya parece definitivamente condenado al semiolvido.

El libro infantil y juvenil, objetivo de una gran atención por parte de los expositores, es el género más en alza, según afirman los organizadores. El reclamo de las fiestas organizadas para los niños en la Casa de la bruja ha servido para que los más pequeños tomaran contacto directo con las publicaciones infantiles, en cuya presentación se ha notado un gran interés por parte de las editoriales.

Los plazos

Sin embargo, el grueso de las ventas, más del 40%, procede de la venta a plazos de los grandes diccionarios enciclopédicos, historia o literatura. La facilidad de poder pagar en pequeñas cantidades estas grandes obras, que de otra forma serían difíciles de adquirir para una economía media, se ha constituido en un claro éxito editorial. En esta línea, la palma de la venta a plazos ha sido para La Historia de España de Menéndez Pidal y la de Tuñón de Lara.Siguiendo con la satisfacción de los organizadores, éstos mantienen que, a diferencia de otras convocatorias, el capítulo de incidentes de este certamen ha sido totalmente nulo. "Puedo asegurar", dice García Bayón, "que mientas que otros años las llamadas para resolver conflictos eran constantes, en esta ocasión, los asuntos más graves se han limitado a resolver la caída de un tornillo o a buscar una almohada para Rosa Chacel".

"La tranquilidad ha sido la tónica diaria, incluso en esos días (el Corpus) en los que no cabía un alfiler en el recinto". Ni siquiera se han producido robos de libros. Solamente dos libreros se han quejado: uno por la desaparíción de un catálogo de Jardines de Madrid y otro por un libro valorado en 300 pesetas.

En medio de esta tranquilidad, la atención intelectual y política se ha plasmado en el recorrido diario por la Feria. La gran ausencia ha sido la de Felipe González. El presidente anunció al principio del certamen su intención acudir. A última hora de la tarde de ayer, en el recinto ferial, se comentaba la posibilidad de la visita en la jornada de hoy. El vicepresiedente, Alfonso Guerra, estuvo el mismo día del Corpus, por espacio de tres horas, firmó autógrafos y conversó con los visitantes que se le aproximaban. Otra de las visitas más sonadas fue la del líder de la oposición, Manuel Fraga, quien, según su costumbre, realizó una visita maratoniana hasta agotar a sus acompañantes.

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