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Mañana, otra carrera de Fórmula 1 en circuito urbano

Las calles de Detroit (Michigan, Estados Unidos), la capital del mundo del automóvil, serán escenario mañana de una nueva carrera del calendario del Mundial de Fórmula 1. En este tipo de trazados artificiales las mecánicas sufren de forma especial, por culpa de los diferentes tipos de asfalto, los desniveles, las desigualdades del piso y las curvas muy cerradas propias de un cruce de calles y no de virajes diseñados para un circuito. Los motores turboalimentados, siempre favoritos, lo serán menos en el Gran Premio de Detroit, donde el campeón del mundo, el finlandés Keke Rosberg, tendrá su última oportunidad clara de victoria en esta temporada. En los repostajes, una vez más, podrá estar la clave de la carrera.

El trazado del circuito urbano de Detroit incluye 20 curvas, entre las que hay una docena de cruces de calles, que son prácticamente ángulos rectos. Los restantes virajes son curvas 1 más o menos cerradas, incluída una especie de chicane para reducir aún más la velocidad punta.Aunque los motores con turbocompresor han demostrado ya su eficacia en cualquier tipo de recorrido, por virado y lento que sea, un trazado urbano de las características del de la ciudad norteamericana es especialmente apto para los coches de admisión convencional. La ventaja de los Turbo de ser capaces de ofrecer más potencia que los tradicionales no es demasiado válida cuando las curvas, cerradas, se suceden unas a otras con escasos metros de rectas entre ellas.

En estas condiciones, el actual campeón del mundo, Keke Rosberg, tendrá una nueva oportunidad, quizás la última de esta temporada, para conseguir la victoria. El piloto más en forma de todos cuantos componen el Circo -Keke Rosberg- tiene generalmente la desventaja de que su coche (Williams) es sensiblemente menos potente que los de sus rivales más directos, los franceses Alain Prost (Renault) y Patrick Tambay (Ferrari), y el brasileño Nelson Piquet (Brabham-BMW). Esa desventaja suele intentar compensarla el finlandés con una conducción arriesgadísima, en la que logra la difícil conjunción del rodar al límite sin romper la mecánica. En un circuito como el de Detroit, la desventaja es menor y Rosberg puede encontrarse en inmejorable si,tuación para conseguir la victoril. Una situación que ya no volverá a presentársele más veces esta temporada, porque, a partir de esta carrera, todos los circuitos serán especialmente ventajosos para.los motores turboalimentados.

Lo que sí que deberían conseguir los Turbo es acaparar los primeros puestos de la parrilla de salida. Porque, como la presión del turbocompresor es regulable, Renault, Ferrari y Brabham-BMW podrán aumentar la carga del turbo durante unas vueltas, sólo dos o tres, lo justo para conseguir un buen registro que les coloque en las primeras posiciones para la salida. Más tiempo no lo resistirían los motores, por lo que, en la carrera, no podrán utilizar esta estratagema y Rosberg, Lauda, Watson y algún otro tendrán entonces su oportunidad.

De cualquier forma, dos factores serán decisivos en el desarrollo de esta carrera. Uno, las averías, más frecuentes en este tipo de recorridos artificiales. Los conjuntos mecánicos, especialmente las transmisiones, sufren considerablemente por culpa de los desniveles y de las irregularidades de una pista que no lo es. Asimismo, sufren por los bruscos tirones de aceleración en las salidas de las curvas tan cerradas, casi siempre con la primera o la segunda velocidad engranadas en la caja de cambios.

El segundo factor que marcará la pruebanorteamericana será el de los repostajes a mitad de la carrera. Un equipo bien entrenado puede cambiar las cuatro ruedas y repostar 100 litros de gasolina en unos 12 segundos.

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