'El rey de la comedia', de Martín Scorsese, abrió la sección oficial
, , ENVIADO ESPECIAL
El palacio del festival que Carnes estrena este año ha sido el protagonista de la primera jornada. La confusión de los pasillos atestados por periodistas y profesionales del cine en busca de una información que les orientara en el realmente complejo palacio se prolongó incluso a la sala en la que se proyectaba El rey de la comedia, de Martín Scorsese, que inauguraba la sección oficial de este 362 certamen.
También se produjeron aglomeraciones en la conferencia de prensa que Scorsese concedió a continuación. Las cámaras de los fotógrafos caían literalmente sobre los invitados. Pero en este caso no tanto por incapacidad del local como por la atracción de los actores de la película, Robert de Niro y Jerry Lewis. El rey de la comedia no había concitado previamente el aplauso de todos
los presentes pero la oportunidad de acercarse a tan conocidas figuras del cine tiene en el festival de Carnes una importancia prioritaria.
Jerry Lewis contestó con displicencia a las preguntas que; le dirigieron: "¿Que qué tipo de película voy a rodar a partir de ahora?, en negativo, como siempre". Roben de Niro, que ocultaba su cabello teñido bajo una gorra, tampoco profundizó especialmente al relatar la preparación de su trabajo para El rey de la comedia, y Martín Scorsese, finalmente, no tuvo ocasión de exponer puntos de vista de mayor interés. La atracción era su simple presencia.
Actitud obsesiva
El rey de la comedia cuenta la obsesiva actitud de un aficionado que quiere convertirse en gran estrella de la televisión. Aborda incesantemente al consagrado showman que encarna Jerry Lewis hasta que, con trucos que le conducen a la cárcel, logra su objetivo. Scorsese ha rodado con morosidad y sin sentido del humor una historia que tampoco alcanza la tragedia; un medio camino que está lejos de recordar al autor de Taxi driver.
Los aplausos de gran parte de los periodistas que inauguraban el festival tuvieron mayor explicación en las reuniones profesionales antes que la famosa conferencia de prensa.
La opinión de los defensores de El rey de la comedia se basa en su ajustada descripción del competitivo mundo de la televisión norte americana; el éxito a alcalzar en ella conduce a una gloria que el cine ya no aporta. Martín Scorsese ha narrado ese mundillo con distanciamiento, sin querer marcar insistentemente los aspectos melodramáticos de la historia. La soledad del triunfador es, en el fondo, su único premio.
La representación española se concreta en dos amplios stand colocados neurálgicamente en los lugares de promoción, en la exhibición diaria de una película española en un local contratado para este fin y, lógicamente, en la participación de las dos películas a concurso -El sur y Carmen- y en la inclusión de Demonios en el jardín en la sección paralela y no competitiva, Quincena de los realizadores, que el festival de Carnes creó a raíz de los sucesos de mayo de 1968 para atender a autores menos consagrados de los que figuran normalmente en la sección a concurso.
Babelia
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