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Los países de la OPEP perderán este año unos 50.000 millones de dólares

La situación financiera de algunos miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se aproxima al umbral del déficit presupuestario, afirmó ayer el ministro argelino de Finanzas, Bualem Benhamuda, en un discurso de apertura a, la reunión de instituciones financieras del mundo árabe que tiene como finalidad trazar las coordenadas de saneamiento de las capitales árabes a la luz del recorte de precios del crudo realizado recientemente.Los países de la OPEP van a perder este año 50.000 millones de dólares, de los que el 75% aproximadamente va a beneficiar las economías occidentales, ha subrayado el ministro argelino en un discurso de corte político que no arroja ninguna novedad importante a la hora de analizar los efectos de la baja del precio del petróleo exportado por la citada organización.

Argelia sostiene la iniciativa de los países no alineados, expresada en la última cumbre celebrada en Nueva Delhi, en el sentido de celebrar una conferencia mundial sobre los problemas monetarios y financieros, así como la revisión de las estructuras de la economía mundial.

Negociación global

Los responsables argelinos consideran que sólo una negociación global, entre países industrializados y naciones en vías de desarrollo, a propósito de la reforma de estructuras monetarias, la revalorización de los precios de las materias primas y los problemas específicos del comercio internacional, puede desembocar en un acuerdo marco que permita evitar una bancarrota en perspectiva de los países del llamado Tercer Mundo, con efectos negativos sobre la economía del mundo desarrollado.Las instituciones financieras árabes representadas en la conferencia de Argel, el Banco Árabe para el Desarrollo en Africa (BADEA), el Fondo Árabe para el Desarrollo Económico y Social (FADES), el Fondo Monetario Árabe (FMA), la Organización Árabe para la Inversión y el Desarrollo Agrícola (OAID) y la Organización Árabe de Garantía de Inversiones (OAGI), aseguran haber financiado créditos al desarrollo, en países del continente africano, por valor de 7.000 millones de dólares, entre los años 1973 y 1980.

La política de financiación masiva de planes de desarrollo africanos va a verse frenada ahora debido a la crisis por la que atraviesan los países que aseguran la mayor parte de los capitales de las instituciones árabes señaladas.

El Banco Árabe para el Desarrollo en África nació de una decisión política adoptada en la cumbre árabe celebrada en Argel en 1973. Basada en Jartum (Sudán), su capital es superior a los 800 millones de dólares, a los que hay que añadir unas reservas del orden de los 200 millones de dólares.

Su ayuda está destinada exclusivamente a los países miembros de la Organización para la Unidad Africana (OUA) que no pertenezcan a la Liga Árabe. Las condiciones habituales de los créditos concedidos por esta institución se refieren a un interés que oscila entre el 3% y el 8%, con un plazo de reembolso que se extiende entre 10 y 20 años.

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