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Guinovart inaugura los actos del bicentenario de Bolívar

Cincuenta y dos obras del pintor catalán Josep Guinovart han inaugurado en el Museo de Bellas Artes de Caracas los actos culturales a celebrar a lo largo del año con motivo del bicentenario del nacimiento de Simón Bolívar.Fibrocementos, telas, troncos de árboles, collages, rastrojos quemados y tejas cuelgan de las blancas paredes del MBA ante el asombro del público y la crítica, que ha elogiado unánimemente la obra del artista catalán. Es sobre todo la riqueza de elementos materiales, entre ellos dos troncos de árbol cedidos por la Dirección General de Parques y Jardines de Venezuela, lo que ha hecho a la crítica ser unánime a la hora de calificarla de asombrosa creatividad.

Josep Guinovart declaró a su llegada a Caracas que la "clave de la creatividad es no estar seguro de nada. Creo, pues, en lo relativo de todo. No creo en las verdades absolutas ni en las verdades impuestas ni en los dogmas".

Guinovart trabajó durante quince días en Venezuela, concretamente en Maracay. Allí realizó varias obras en fibrocemento, obras que han de realizarse en menos de media hora, mientras el material conserva la blandura antes de adquirir su forma definitiva. "El asbesto", dijo, "es un vehículo, no un fin en sí mismo". Sobre el momento que en arte atraviesa España, dijo que era un momento muy interesante, que va más allá de un país sólo.

"El hecho de que hoy día en España se conozca inmediatamente lo que se está haciendo en otro sitio hace que predomine la necesidad de desarrollar más lo individual. Las tendencias, hoy día, están desfasadas. Lo que importa es cómo se dicen las cosas. Más que estancamiento se habla de crisis de vanguardia. Pero mientras haya individualidades que no estén estancadas, vamos adelante".

Guinovart ha donado varias obras al MBA, obras realizadas con materiales nacionales. Una de ellas es una gran escultura que se proyectará en la fachada del edificio del museo, con una altura aproximada de cuatro pisos, elaborada con láminas de acero, trabajadas recién salidas de los hornos de fundición.

La exposición, que contiene obras de 1970 hasta 1982, ocupa todo un piso del museo, además de parte de los jardines, donde Guinovart ha instalado parte de su obra en conexión directa con el mundo natural, fuente básica para su experiencia plástica, en constante creatividad, para llegar a lo que él llama "total libertad expresiva".

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