La banca firmó el Acuerdo Interconfederal, presionada por Carlos Ferrer Salat, según el presidente de la AEB
"La Asociación Española de Banca Privada (AEB) no fue solidaria con el Acuerdo Interconfederal (Al), que es un mal acuerdo, porque en él se recoge un aumento salarial que, al final, se colocará muy por encima del aumento del índice de precios al consumo, con sus consecuencias inflacionistas. Aceptamos la ratificación del acuerdo porque Carlos Ferrer, presidente de CEOE, dijo que era mejor firmarlo que no hacerlo, y él sabrá, ya que es el presidente", manifestó Rafael Termes, presidente de la patronal bancaria en el transcurso de una conferencia de prensa en la que dio cuenta del ejercicio del año pasado.Para Rafael Termes es necesario insistir en que, como sucedió el año pasado, el aumento salarial pactado en tablas salariales se desliza dos puntos a la hora de lo que cobran los trabajadores en mano. "Nosotros sabemos eso, y sabemos que si subimos", continuó el presidente de la AEB "en tablas a los empleados de banca un 9,5%, al final del año los trabajadores del sector bancario percibirán en mano un 12%, debido al deslizamiento en el que influyen la antigüedad y otros conceptos no incluidos en la tabla".
En el informe que el presidente de la patronal bancaria presentó a los miembros de la asociación señaló que los resultados aparentes de la banca correspondientes a 1982 son peores que los de 1981, pero que en definitiva se trata de resultados más sanos, ya que se ha recuperado el nivel de provisiones para insolvencias y fallidos que en el ejercicio anterior habían descendido para salvar el nivel de resultados y el de beneficios distribuibles entre los accionistas. El esfuerzo que los bancos están haciendo para sanear sus cuentas es, en opinión de Rafael Termes, importante, pero no suficiente, y por ello es previsible que el balance del año actual sea algo peor para los propietarios de los bancos, pero mejor para la estabilidad del sistema financiero.
Rafael Termes, que declaró estar en las antípodas del socialismo, señaló al tiempo que no sería bueno para el país que fracasara el programa del Gobierno, y que la banca estaba dispuesta a colaborar para que "triunfe el programa que quiere desarrollar el sector del partido socialista que tiene ahora en sus manos la dirección de la política económica, porque si fracasa vendrá otro sector que está presionando y que no sabe nada de economía".
Para Termes, quienes marcan en la actualidad las directrices económicas del Gobierno saben muy bien cuál es su margen de actuaciones y que es preciso sanear el país, reduciendo la inflación para luego acometer el problema del paro. El presidente de la patronal bancaria no dudó al afirmar que la primera corriente del Gobierno está tomando medidas que no van en consonancia con ese principio.
