Declaración de intelectuales españoles y americanos en favor de Nicaragua
Un grupo de intelectuales y profesionales españoles y latinoamericanos han pedido a la opinión pública española solidaridad con Nicaragua y han condenado "los planes estadounidenses de desestabilización de este país" tras las últimas invasiones de Nicaragua desde la frontera de Honduras. La postura de estos intelectuales fue dada a conocer ayer por el comité español del Encuentro de Intelectuales por la Soberanía de los Pueblos de Nuestra América, en un acto celebrado en el Club Internacional de Prensa de Madrid.
A las personas presentes en el acto -entre las que se encontraban el escritor uruguayo Eduardo Galeano; el poeta Julio Huasi; el fiscal Jesús Vicente Chamorro; el profesor Pedro Martínez Montávez; el productor de cine Elías Querejeta; la actriz y cantante Pepa Flores; la escritora Aurora de Albornoz; Marcos Ana, del PCE; Juan Maestre Alfonso, del PSOE, y el sacerdote Nicolás Bajo- se adhirieron por escrito el director de la Real Academia, Pedro Laín Entralgo; el filósofo y escritor José Luis L. Aranguren; los poetas Rafael Alberti y Gabriel Celaya; los escritores Juan García Hortelano, Fernando Quiñones y José Caballero Bonald; el sacerdote José María Díez Alegría; el periodista Pedro Altares, y el profesor Roberto Mesa.Estos y otros intelectuales suscribieron una declaración en la que condenan enérgicamente Ia prepotencia bélica generada por Washington contra Nicaragua, prepotencia que ampara al mismo tiempo a las dictaduras militares que en El Salvador y Guatemala consuman una política de genocidio y etnocidio, todo lo cual amenaza en convertir a Centroamérica en un nuevo Vietnam".
Ante esta perspectiva, el comité en España del Encuentro de Intelectuales por la Soberanía de los Pueblos de Nuestra América llama a todos los intelectuales, a las fuerzas democráticas y progresistas y al Gobierno de España a solidarizarse con el agredido pueblo de Nicaragua, a formular urgentemente la condena de los planes estadounidenses de desestabilización e invasión masiva de este país de nuestra América y a exigir la preservación de la paz en la región y en el orden internacional".
Eduardo Galeano lanzó un triple llamamiento: a la solidaridad, a la paz y a la afirmación del derecho a la autodeterminación del pueblo nicaragüense. "La agresión de los guardias somocistas", dijo, "corresponde a una estrate gia global de acoso y sabotaje que las fuerzas enemigas del cambio y de la vida llevan contra Nicaragua. Pero lo que ocurre en Nicaragua no es un episodio ais lado. Tenemos que evitar que suceda lo que pasó en Chile, y para ello es muy importante la solidaridad internacional, y especialmente la de España".
Jesús Vicente Chamorro dijo que España no podía permanecer en silencio, "porque hay momentos en los que el silencio es complicidad, y los españoles no podemos ser cómplices de estas agresiones". Por su parte, el arabista Pedro Martínez Montávez explicó que la lucha de Nicaragua es la misma que se lleva en otras zonas del mundo, y que tenemos delante la lucha contra el mismo enemigo, contra el que "debernos reaccionar solidariamente, porque los que torturan y martirizan son absolutamente implacables y utilizan todo tipo de medios".
Marcos Ana expresó el apoyo del PCE a las acciones de solidaridad con Nicaragua, y Juan Maestre Alfonso, miembro de la comisión internacional del PSOE, manifestó que su partido se solidarizaba con el pueblo nicaragüense, y pidió las críticas hacia su partido para obligarles a actuar cuando no lo hagan. El sacerdote Nicolás Bajo expresó, por último, que muchos cristianos de aquellos países y de España estaban vinculados a la causa de la solidaridad con Nicaragua.
El comité español del Encuentro de Intelectuales lanzó una convocatoria para reunir próximamente a una gran mayoría de los intelectuales españoles en un acto de solidaridad.
