Una creadora fuera de serie

Yvonne Blake no es la creadora de moda típica. Su ámbito no es la calle ni las tiendas, sino el cine, el teatro y el ballet. Es figurinista y no cualquier figurinista. Oscar de Hollywood, en 1972, por el vestuario de la película Nicolás y Alejandra, fue dos años después nombrada para el Oscar por Los cuatro mosqueteros, de Richard Lester. Ha diseñado los figurines de varios ballets y obras de teatro y de más de veinticinco películas, incluyendo, además de las ya citadas, las muy conocidas Farenheit 451, Jesucristo superstar, Los tres mosqueteros, Robin y Marian, Superman I y II, El último valle, Charlie Bubbles, Green Ice...

Ahora acaba de terminar Bearn, la película de Jaime Chávarri de la cual se habla tanto, y ya está preparando los figurines de Juana del amor hermoso, obra de teatro dirigida por Angel Rugiero y que abrirá a principios de febrero en el teatro Príncipe.Aunque Yvorine Blake no se considera como una modista, basta recordar el impacto que tuvieron sobre la moda las películas de los años treinta y cuarenta, y más recientemente el de Bonnie y Clyde, Doctor Zhivago y el largo abrigo de piel, Tess y la colección victoriana del creador americano Ralph Laurent, Carros de fuego y el nuevo romanticismo en la moda masculina de Perry Ellis, Mad Max II y la agresividad del cuero y de las melenas en la calle, para saber que las creaciones de una figurinista pueden tener repercusiones inesperadas. Tal vez Bearn marque un retorno al romanticismo en el vestir femenino.

Una vocación realizada

Yvonne Blake nació en el norte del Reino Unido. De pequeña quería ser figurinista. A los diecisiete años ingresó en el Art School de Manchester, donde se quedó sólo un par de años. "Al contrario de la mayoría de los estudiantes, tenía más ganas de trabajar que de estudiar". Empezó a diseñar los decorados del teatro Estable de Manchester, de donde emergieron Maggie Smith, Robert Stephen, Jean Marsh. Poco después se trasladó a Londres para pintar los decorados del London Festival Ballet. Tenía dieciocho años, lo que no le impidió darse cuenta en seguida que tenía muy poco porvenir con el LFB. Entonces empezó a trabajar con Bermans, los grandes sastres cinematográficos y teatrales londinenses. Pronto se encontró trabajando de ayudante con Cecil Beaton en My Fair Lady. Se quedó en Bermans cuatro años hasta que surgió la oportunidad que tanto había esperado en forma de una serie de televisión.La carrera de Yvorine Blake ya se había despegado. A los veintiún años se convirtió en la figurinista más joven del cine y teatro ingleses, y le aceptó como miembro e formidable sindicato ACTT, Asociación de Técnicos de Televisión y de Cine. Poco después hizo Judith, su primer largometraje, con Sofia Loren, Peter Finch y Jacl Hawkins, película que prefiere ol vidar. En 1968 tuvo que venirse España por el rodaje de Un talento para amar, título predestinado, y que se enamoró de Gil Carretero el segundo ayudante de la película y que así empezó un idilio de rodaje que duró hasta terminar en matrimonio.

"Bearn"

Yvorine acaba de terminar Bearn. Para esta película, escogida para acudir al certamen de Cannes, dirigida por Jaime Chávarri e interpretada en los papeles protagonistas por Angela Molina, Fernando Rey, Amparo Soler Leal e Imanol Arias. Yvonne ha creado 35 figurines y doscientos trajes en total. Durante diez semanas se dedicó al vestuario de esta "historia romántica con morbo", según la definición del propio director. El argumento, basado en la novela de Llorenç Villalonga, se sitúa en Mallorca en los años 1860-1865. "Se trataba entonces de captar no so lamente la elegancia del atuendo de la aristocracia mallorquina de la época, sino también de realzar la personalidad de los protagonis tas y de dar a la película la máxima autenticidad sin sacrificar la fantasía ni la imaginación". Enfrentada con un nuevo proyecto, Yvorine Blake sigue las mis mas reglas (le siempre. Se documenta sobre la época con libros, pinturas y visitas a museos, lee y estudia el guión, hace un desglose del vestuario y una lista de los planos. Dibuja los figurines e intenta que los dibujos se parezcan a los actores. Después selecciona las telas y lleva los; figurines a los sastres cinematográficos -en este caso, Peris Hermanos en Madrid-, que realizan primero las toiles. La primera prueba. se hace con maniquí. La segunda, con los actores, bajo la supervisión del director."Es cierto que mi trabajo consiste en un esfuerzo de investigación y creación personal, pero sin la cooperación del director, acto res, decorador, operador y pelu quero, maquillador y sastres, no habría figurines". "Trabajar con Jaime Chávarri fue muy apasio nante. Es un esteta muy exigente, que no acepta la mediocridad". En Bearn, Yvonne pudo jugar con una época que le interesa y una clase social elegante que le permitieron dar rienda suelta a su creatividad., El largo vestido de gala de Angela Molina, doña Xima en la película, es de seda cruda, con miriñaque, volantes de organza de seda y en caje de Francia. Su pamela es de paja de Panamá, con fruncillo de tafetán de seda; su sombrilla, de encaje con flecos; sus botas, de raso de seda natural; sus guantes, de ganchillo, y su abanico, de ná car y encaje, pertenece a una fami lia de Mallorca. Sus joyas, valora- das en un millón de pesetas, son copias de antiguas joyas mallorquinas. Los trajes de Fernando Rey, el Tonet de la historia, son de lino beis de Dublín muy arrugado, y trajes de caza, que lleva con cha lecos de terciopelo o de brocado y sombrero de Loden. La leontina de plata y piedras preciosas que completan su atuendo proceden del Rastro de Madrid. Amparo Soler Leal -María Antonia, mu jer de Tonet- está muy puesta y tiene trece cambios de vestuario. "Al principio le resultó muy incó modo llevar corsés muy apretados y con muchas enaguas. De los años 1860-1865, Yvorme pasó casi sin transición a los Re yes Catóficos, con la nueva pro ducción dramática de Angel Rugiero Juana del amor hermoso, in terpretada por Lola Herrera, Enima Penella y Vicente Parra. "El vestuario sorprenderá, porque cada uno tiene una idea preconce bida de esta época. De acuerdo con el director he creado unos fi gurines que si respetan de cierta manera al atuendo renacentista, de otra se alejan de este concepto con grandes inyecciones originales y toques modernos, directamente inspirados por la moda actual. No he utilizado ni brocado ni joyas, sino chintz, charol, cuero y tachuelas. Puede que sea una versión punk del Renacimiento". Yvonne ha creado para Juana chapines de corcho, mezclado sombreros modernos y de época, y los tonos de color, muy limpios y vivos al inicio de la obra, se van oscureciendo con el paso del tiempo y el envejecimiento de los protagonistas.Hoy día soy más sensible a la originalidad de los modistas italianos como Missoni, y admiro sin reserva la gran inventividad de Erté, el francés.Pero siento mucho más interés por la pintura, los rockeros, las viejas películas, las revistas antiguas encontradas en el Rastro, el baile moderno y la calle. Aunque, al final, todo eso no me sirve de nada cuando he de enfrentarme con un nuevo proyecto. Después de veinte años de experiencia siento todavía la misma ansiedad que cuando empecé. Supongo que soy una perfeccionista que nunca se siente totalmente satisfecha".