Pilar Miró será directora general de Cine, y Jaime Salinas, director general del Libro
La realizadora de cine Pilar Miró, de 42 años, será nombrada hoy, con toda probabilidad, directora general de Cine por el Consejo de Ministros. Jaime Salinas, editor, de 56 años, será el nuevo director general del Libro. Como ya se ha informado, Romà Cuyàs será director general de Deportes, en el mismo ámbito del Ministerio de Cultura. Fuentes de este departamento confirmaron ayer los citados nombramientos, que recaen en personas muy conocidas en el mundo cultural.
El nombramiento de Pilar Miró como directora general de Cine es el último paso en una destacada carrera dedicada al cine. Nacida en 1940 en el seno de una familia militar y educada por monjas, a los diecisiete años inició estudios de Derecho, para después hacer periodismo y, finalmente, entrar en la ya desaparecida Escuela Oficial de Cine.Estuvo muchos años en Televisión Española realizando programas especiales y dramáticos como Novela y Estudio 1, hasta que en 1976 estrena su primer largometraje, La petición, basado en un texto de Emilio Zola. Tres años después rodaría la polémica y muy comercial Crimen de Cuenca, sobre hechos históricos de tortura por parte de la Guardia Civil. La cinta fue retenida por las autoridades durante casi dos años y su autora procesada primero por la jurisdicción militar y después por la civil.
La tercera película de Pilar Miró fue Gary Cooper que estás en los cielos, que cuenta la crisis de una mujer que tiene que someterse a una delicada operación quirúrgica. Su último filme, estrenado este mismo año, es Hablemos esta noche.
En su aspecto de productora, Pilar Miró se ha manifestado reiteradas veces sobre el ineficaz control de taquilla que sigue vigente en España y sobre la inutilidad de las pequeñas reformas que han intentado mejorar tan errónea base.
El nuevo director general del Libro, Jaime Salinas, tiene una formación eminentemente literaria y ha sido uno de los grandes impulsores del desarrollo de las ediciones de calidad en España durante las dos últimas décadas. Nacido en 1926, es hijo del poeta Pedro Salinas. A los once años dejaría España cuando su padre pasó al exilio en Estados Unidos. Se licenció en Lenguas Románicas en la Universidad de Johns Hopkins en Balfirnore (Estados Unidos). Posteriormente estudió cine en París.
En 1956 Jaime Salinas vuelve a España para colaborar con los editores catalanes Víctor Seix y Carlos Barral en la colección Biblioteca Breve, que significó un giro radical en el panorama de la literatura española. Durante su permanencia en Seix-Barral, Salinas intervino como animador, coordinador y secretario general del Premio Internacional de Editores (cuya primera convocatoria fue ganada por Borges y Beckett) y del Premio Formentor (entre cuyos ganadores figuran Juan García Hortelano y Jorge Semprún), organizados por los más importantes editores de doce países. El grave incidente provocado por el entonces ministro de Información, Manuel Fraga, con el prestigioso editor italiano Giulio Einaudi, declarado por el Gobierno franquista "persona non grata", obligó a los organizadores del Premio Formentor a desplazar su sede de Mallorca.
A la búsqueda de Proust
Trasladada su residencia a Madrid en 1965, Claude Gallimard puso en contacto a Jaime Salinas con José Ortega Spottorno, director de Revista de Occidente y promotor de Alianza Editorial, para realizar el proyecto de una colección de libros de bolsillo de calidad.
La creación de Alianza Editorial está, así pues, también asociada con Jaime Salinas, que trabajó en esa empresa, como director de la sección de literatura, hasta 1976. La publicación íntegra de En busca del tiempo perdido, cuyos dos primeros volúmenes habían sido traducidos por Pedro Salinas en la década de los veinte, es uno de sus logros en ese período. Durante una etapa, Jaime Salinas fue, también, secretario de redacción de la publicación mensual Revista de Occidente. A partir de 1976, Jaime Salinas ha sido director de publicaciones de Editorial Alfaguara.
Salinas ha explicado su crecimiento entre dos mundos, en una encrucijada de lenguas y culturas. Ha hablado también de la dificultad que tiene una editorial para mantenerse fiel a los principios de calidad y rigor a la vez que ser una empresa rentable y ha manifestado su enorme interés por la creación de una red de bibliotecas públicas a la altura de las necesidades de la sociedad española.
Babelia
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