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El 'dinero-tonto' concedido a UCD

Sentado en un cómodo sillón de tela roja en la cafetería particular de su banco, un alto dirigente de uno de los siete grandes señalaba el pasado viernes que una de las muestras de que la banca se había comportado de manera profesional era el haber facilitado a UCD créditos por unos novecientos millones de pesetas aún cuando se tenía la certeza moral del fracaso electoral del partido.No sólo se saldaba así, en cierto modo, el deseo de los presidentes de dos de los bancos -Santander y Central- que fueron quienes criticaron con mayor dureza la falta de acuerdo entre aliancistas y centristas, sino que, según otro destacado directivo de otro de los siete, "por una cantidad nada desestabilizadora se podría comprobar si efectivamente existía o podría aglutinarse en torno a Lavilia esa derecha no radical que aceptase el divorcio, la reforma fiscal, la España de las Autonomías, la resolución del problema del terrorismo por métodos políticos y policiales, etcétera".

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El primero de los banqueros concluía que se trataba de dinero-tonto el concedido a UCD y que presumiblemente marcaba el principio de futuras y previsibles desavenencias entre los siete grandes bancos. "No tanto porque el dinero prestado no llegue a cobrarse. Esa esa es otra cuestión. Sino pcirque este episodio muestra puntos de vista diferentes en el seno de la banca. Además de un comportamiento exclusivamente profesional, aunque quizá en el caso de UCD se ha prestado dinero por encima de la expectativa del voto que nosotros teníamos, empieza a verse claro que los bancos no son tan monolíticos como se cree en círculos políticos, económicos y sociales".

A la vista de la recomposición del espectro político, parece que por encima de todos uno de los siete presidentes, Emilio Botín (Santander), ha anunciado en círculos bancarios próximos al suyo su intención de apoyar a la derecha representada por Manuel Fraga. Alfonso Escámez (Central) se inclinaría también, aunque en mucha menor medida, hacia posiciones moderadas. Los presidentes del Hispano (Luis Usera), Bilbao (Sánchez Asiaín) y Popular (Luis Valls) apoyarían de forma más decidida no ya al Gobierno socialista sino al Gobierno de la Nación, en este caso al PSOE.

El presidente del Banesto, José María Aguirre Gonzalo, estaría en una posición aún sin definir y de su decisión dependería el balance final bancario, dado su prestigio personal y la importancia del Banco Español de Crédito. El presidente del Vizcaya, Angel Galíndez, tampoco se habría pronunciado de forma tangible hasta el momento.

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