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El Ateneo de Madrid vivió ayer la sesión más tumultuosa de su etapa de recuperación

Más de cien socios pidieron por escrito la dimisión de Chueca Goitia

El Ateneo de Madrid vivió ayer la junta extraordinaria más polémica, conflictiva y tumultuosa desde que comenzó la etapa de recuperación cuando a principios de este año se convocaron las primeras elecciones, tras cuarenta años de incautación por la dictadura. Los gritos, los insultos, los pataleos y las protestas dirigidas principalmente contra el presidente del Ateneo, Fernando Chueca Goitia, y contra la junta de gobierno del mismo se prodigaron en una sesión que duró cerca de cinco horas. El momento más tenso se produjo cuando un socio que pitó a Chueca Goitia con un silbato fue agredido físicamente por otro socio.

La junta general extraordinaria tenía como principal punto del orden del día la elección de una comisión de siete miembros que prepararán un nuevo estatuto que ponga al día el de 1932, pero la votación de esta comisión sólo se pudo celebrar después de tres horas de virulenta sesión en la que se sucedieron los ataques entre los partidarios de la actual junta de Gobierno y los que se oponen a ella.El intercambio de insultos diatribas salpicó también a la mesa de la asamblea, integrada por Julián Marías, Paulino Garagorri, Julio Pascual, José Gerardo Manrique de Lara, Mabel Pérez Serrano, Francisco Indurain, y Antonio Manuel Campoy, entre otros. Un miembro de la mesa llamó "energúmeno" a un ateneísta que se empeñaba en interrumpir su intervención.

El presidente del Ateneo amenazó en varias ocasiones con suspender la sesión si no cesaban las protestas. Un grupo de más de cien socios presentó, por mediación del ateneísta y abogado Eugenio Sabaté, un escrito en el que se solicitaba la dimisión del presidente y de la junta de gobierno del Ateneo "por irregularidades y ocultación ilegal a los socios de actividades de la actual junta de gobierno que ha inscrito en el Registro Nacional de Asociaciones unos nuevos estatutos del Ateneo sin contar parta nada con los socios".

Agredido por silbar

El presidente Fernando Chueca, que abrió la sesión anunciando el orden del día, comenzó negando la palabra a socios que querían plantear cuestiones previas, por lo que se originaron protestas y comentarios como el de algunos ateneístas que le gritaron Totus tuus. Cuando un socio pitó poco después contra la intervención del presidente con un silbato que se había sacado del bolsillo y fue agredido por otro ateneísta, las casi quinientas personas que asistían a la asamblea se pusieron en pié y muchas de ellos increparon al agresor.Pasado el nerviosismo de este momento el presidente de la mesa permitió las intervenciones previas al orden del día y se comenzó así una larga discusión sobre qué estatuto es el vigente o cuáles son los textos legales desde los que el Ateneo ha de proceder para renovarlos o construir otros nuevos. Entre gritos e increpaciones fueron interviniendo ateneístas que defendían sus respectivos puntos de vista sobre los distintos textos vigentes. Mientras algunos socios gritaban: "dimisión" y otro explicaba que asistía "para tener la satisfacción de darle a Chueca este monumental pateo", otros partidarios de la actual junta de Gobierno les "mandaban a paseo".

Entre las acusaciones que se sucedieron algunas señalaban que Fernando Chueca trataba de potenciar la desaparición del Ateneo o como mucho intentaba potenciar el Ateneo franquista". Las críticas más feroces contra Chueca partían del sector de ateneístas que hacen vida a diario en las dependencias del Ateneo. Este sector aclamó repetidamente con gritos de "presidente, presidente" al abogado Julio Luelmo, uno de los socios más antiguos, tras una larga intervención de éste.

Fernando Chueca se defendió diciendo que allí se vertían verdaderas calumnias que habría que llevar a los tribunales; explicó que había llevado una vida intachable de entrega al Ateneo y afirmó que no tenía miedo a que le llevaran a los tribunales por hechos de que le acusaban y que no tenían consistencia. El abogado Julio Luelmo anunció que le hará formalmente estos cargos.

Ante la evolución de las intervenciones tomó la palabra Julián Marías, miembro de la junta de gobierno, quien dijo que aquel comportamiento tumultuario no era forma de entender la democracia. Alguien del salón pronunció la palabra "franquista" y Julián Marías replicó que lo único que conocía del franquismo "es la cárcel y la prohibición de enseñar y escribir en mi país". "He defendido la democracia antes, durante y después de la guerra civil y creo que la democracia consiste primariamente en que haya elecciones. Aquí se sustituye la democracia por el griterío de la turba tumultuaria". "Esto no tiene nada que ver con un Ateneo científico y literario".

Con el Papa a Roma

Una de las intervenciones más protestadas fue la del ateneísta y diputado de Alianza Popular, Pedro Schwartz, quien comenzó refiriéndose a "esta asamblea caótica... por la que veo lo que va a significar en la España de estos años que vienen". Schwartz defendió el derecho de expresión de las minorías y el derecho de la junta a permanecer en el poder mientras no haya sentencia de un tribunal de justicia. Las protestas arreciaron cuando dijo: "Yo lo estoy pasando bien. Sé que muchos de ustedes están deseando lanzarse a mi cuello pero se está llegando a límites intolerables de falta de educación". En ese momento se oyeron gritos de "vete con el Papa, vete a Roma." Por su parte Mabel Pérez Serrano, miembro de la junta de gobierno que en algunos momentos cargó con la difícil tarea de moderar la sesión, señaló que lo importante es dotar al Ateneo de un reglamento que sirva para este tiempo. El ex senador Joaquín Satrustegui apoyó en su intervención la postura de la junta directiva y el vocal Julio Pascual contribuyó desde la presidencia a conseguir que se canalizaran las discusiones hacia una votación pero se quejó de algunas actitudes que se habían producido en la asamblea. "No hay derecho a sacar un pito en esta sala".Posteriormente, en la explicación de candidaturas -en principio se presentaron 29 ateneístas para la comisión de los siete-, se sucedieron los ataques a Chueca Goitia y a la junta directiva con calificativos como "Ateneo, asociación presa por la tiranía", "se está viviendo un proceso de incautación" o "no sabemos siquiera si el sillón en que se sienta Chueca Goitia pertenece al Ateneo".

Las críticas a la actual junta de gobierno se vienen repitiendo desde que el pasado 27 de enero saliera elegida la candidatura de Fernando Chueca Goitia en unas elecciones en las que se abstuvo el 77% de los socios del Ateneo tras una campaña electoral muy polémica.

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