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El Rey pide la unión de los españoles y la acción conjunta y de los partidos frente al terrorismo y al golpismo

El rey Juan Carlos manifestó a los líderes de los partidos políticos, en el curso de la audiencia concedida el pasado día 27, vísperas de las elecciones legislativas, que las dos amenazas más importantes para el proceso de consolidación democrática son el golpismo y el terrorismo. En un discurso de algo más de cinco folios y medio, que fue leído ante los líderes políticos en el palacio de la Zarzuela, don Juan Carlos les exhortó a "luchar juntos contra esos dos enemigos comunes".

El texto de la intervención real, que no había trascendido hasta ahora a la opinión pública, fue difundido ayer a través de las agencias informativas. Don Juan Carlos recibió el día 27 a Felipe González, secretario general del PSOE; Manuel Fraga, presidente de Alianza Popular; Landelino Lavilla, presidente de UCD; Santiago Carrillo, secretario general del PCE; Adolfo Suárez, presidente del CDS; Miguel Roca, dirigente de Convergencia i Unió, y Xabier Arzallus, del PNV. Ninguno de ellos reveló el contenido de la alocución real en el día previo a las elecciones legislativas.El discurso del monarca a los dirigentes políticos fue el siguiente:

"Agradezco mucho esta visita de los líderes políticos que acaban de terminar la campaña electoral, y me satisface profundamente que su presencia signifique una manifestación de confianza, lealtad y adhesión hacia la institución que represento".

"Y me satisface aún más esta ocasión de reunirme hoy con ustedes al tener lugar en la víspera de la fecha en que van a celebrarse en España las elecciones generales".

"Porque estimo muy oportuno, al establecer este contacto directo con los representantes de los principales partidos políticos, transmitirles tanto mis inquietudes como mis esperanzas, y exhortarles a que todos juntos miremos al futuro con la seguridad de superar aquéllas y conseguir que éstas se confirmen, para bien de nuestra patria".

"Como jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, árbitro y moderador del funcionamiento regular de las instituciones, la misión que me corresponde ha de considerarse por encima de las contiendas políticas que naturalmente tienen lugar durante las campañas electorales y se prolongan a través de un régimen parlamentario".

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"El papel que a la Institución que represento asigna la Constitución supone que se abstenga de intervenir en esas lides y que muestre en todo momento la más absoluta neutralidad".

"Una neutralidad que he observado y observaré siempre, con el más estricto respeto a los resultados que se deduzcan de la voluntad de los ciudadanos libre y legalmente expresada".

"Pero precisamente antes de que los resultados se conozcan, para que no pueda interpretarse que mis reflexiones van dirigidas solamente a unos u otros sectores, a los partidos ganadores o a los que no hayan conseguido el triunfo, a quienes hayan obtenido en mayor o menor grado la confianza popular, quisiera manifestar a todos mis pensamientos y mis sentimientos con objeto de que cada uno pongamos de nuestra parte cuanto sea posible, con entusiasmo y buena voluntad, para que nuestro futuro pueda desarrollarse en la paz y en la libertad".

Dos amenazas al proceso democrático

"Con este fin, deseo exponerles lo siguiente:

En el proceso de consolidación de la democracia en nuestro país, estamos viviendo momentos en los cuales tropezamos con dos importantes amenazas que intentan desestabilizar una situación que en algunos aspectos constituye un reflejo de los males y complicaciones que afectan al mundo entero. Estas dos amenazas son el terrorismo y el golpismo.

"No es necesario recordar, porque está en la mente de todos, esa sangría constante que el terrorismo significa y el sufrimiento permanente que origina en todos los españoles. Por otra parte, los recientes descubrimientos efectuados en cuanto a unos hechos que indican una nueva trama de golpe militar, aunque afecte tan sólo a un reducidísimo número de miembros de las Fuerzas Armadas, constituye también un riesgo inadmisible de alarma constante".

"Es ineludible luchar juntos contra esos dos enemigos comunes. Al terrorismo hay que oponerle, con decisión, toda la energía necesaria para desarraigar una plaga intolerable. Al involucionismo es preciso desactivarlo también decididamente, con prudencia y serenidad, sin consentir su permanencia y sin incitarlo a nuevas acciones. Absteniéndonos de considerar con un criterio de generalización, injusto y arriesgado, lo que sólo es imputable a una parte limitada y poco numerosa, que necesariamente ha de llegar a convencerse de que no puede la voluntad de una minoría imponerse por la violencia a los deseos mayoritarios de sus compatriotas".

"A todos los partidos políticos, a todos los españoles, nos interesa estar unidos frente a esas amenazas".

"En estas circunstancias, con los dos males reseñados y todos los que se derivan de una situación mundial que origina también entre nosotros problemas diversos, es necesario un esfuerzo común, que con unas miras mucho más elevadas que el interés personal o el de los grupos políticos, aspire a solucionar los graves problemas existentes, sin que ello suponga fusión de los distintos pareceres, sino colaboración eficaz desde la independencia de criterios".

"Para conseguir el funcionamiento regular de las instituciones es importante tener presente que los trámites del proceso electoral, desde la celebración de los comicios hasta la constitución del nuevo Gobierno, suponen un período de tiempo bastante prolongado".

Período intermedio

"Durante él, aparte de la posibilidad de que se intenten producir alteraciones por los dos sectores a que antes he hecho referencia, habrá ya un conocimiento de los ganadores, pero sin que todavía se hayan constituido las Cámaras, designado jefe del Ejecutivo a través de una sesión de investidura y formado el nuevo Gobierno".

"Por eso pido a cuantos han participado en la contienda electoral que velen porque ese período intermedio entre las elecciones y el comienzo de la actuación del nuevo Gobierno transcurra con la mayor normalidad, sin facilitar pretextos para alarmas, manifestaciones de cualquier signo o acciones violentas de distinta procedencia".

"El Gobierno en funciones, a quien corresponde actuar en este período, tendrá ocasión de prestar un destacado servicio en favor del orden, la confianza y la tranquilidad".

"Con prudencia y serenidad, con el pensamiento puesto en el porvenir de España, no sólo en estos momentos, sino en un plazo infinitamente más prolongado, como garantiza la continuidad de la Institución que encarno, pido a todos el mayor esfuerzo para que unidos podamos vencer las dificultades que amenazan la consolidación en nuestro país del sistema democrático, en la libertad y en la paz, superando diferencias partidistas limitadas para sentirnos solidarios en el esfuerzo y en el trabajo que nos lleve aresultados de una prosperidad sin límites".

Dentro de la Constitución

"Estoy seguro de que a nadie se le ocurre pensar que al efectuar, como Rey de todos los españoles y como jefe supremo de las Fuerzas Armadas, estas reflexiones sinceras en momentos que no quiero considerar graves, pero que sí presentan matices delicados, pretendo inmiscuirme en actividades que no me corresponden o impartir directrices que escapan de mis funciones constitucionales".

"Por eso reitero mi afirmación rotunda de que mi determinación es mantenerme siempre dentro de la Constitución con el mayor respeto a su espíritu y a sus preceptos, y prestar todo mi apoyo a quienes sean designados por el pueblo como sus legítimos representantes". "Pienso que desde el momento en que fui elevado a la jefatura del Estado, mi conducta ha sido demostración evidente de este criterio firmísimo". "Por ello no dudo de que en estos momentos sabrán ustedes comprender mis consejos y mis peticiones como signos de mi preocupación y mis desvelos por España y por los españoles".

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