Dificultades hasta última hora
La grabación del debate sobre la LOAPA, emitido ayer por TVE, se inició hora y media después de lo previsto y a punto estuvo de no celebrarse por diferencias entre los participantes sobre el sistema de intervenciones y el orden de la mismas.
Los problemas surgieron la víspera, cuando durante seis horas representantes de los cuatro partidos habían discutido los temas y la mecánica del debate. Se habla superado la negativa inicial de los nacionalistas vascos a aceptar que el debate fuera grabado y que en el mismo interviniera un representante del Gobierno, además del representante de UCD. Se acordó que se producirían tres rondas de cortas intervenciones de los cinco participantes para opinar sobre otros tantos aspectos de la LOAPA. Se llegó al acuerdo de que el debate se cerraría con un turno de intervenciones de dos minutos.
A las diez de la mañana de ayer, hora en la que se había convocado a los participantes, el ex ministro Arias-Salgado, al enterarse de que el día anterior se había acordado, sin oposición del portavoz de UCD, que las dos últimas intervenciones del programa correrían a cargo de Mario Fernández y Miquel Roca, afirmó que no estaba dispuesto a aceptar que dos detractores de la LOAPA capitalizaran los últimos minutos del programa. Tras una larga discusión, en la que se llegó a temer la suspensión del debate, se llegó a un acuerdo. En el turno final de intervenciones Únicamente participaría como representante de UCD Arias-Salgado y, a cambio, los nacionalistas aceptaron intervenir en anteúltimo y último lugar. Joan Prats y Arias-Salgado, moneda al aire, sortearon la penúltima intervención; que correspondió al primero.
