Estudiada en Santander la 'extraordinaria acumulación ideológica' de principios de siglo

"La extraordinaria acumulación ideológica que se produce en España en el primer tercio del siglo XX", que, en palabras de José Luis Abellán "repercutiría sobre el resto del siglo, y el papel jugado por la conjunción de las generaciones del 98, del 14 y del 27, estudiadas hasta ahora desde el punto de vista literario y estético, pero con importante significación e importancia política, fueron algunos los temas del seminario El pensamiento político español en el primer tercio del siglo XX, celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), de Santander, bajo la dirección de José Luis Abellán.

José Luis Abellán, profesor de la Universidád Complutense y autor de una historia del pensamiento político español, en cuyo cuarto tomo dedicado a analizar el primer tercio del presente siglo, con final en 1939, se encuentra trabajando, adelantó la hipótesis en torno al papel jugado en el proceso de acumulaciones ideológicas por la confluencia de las generaciones de 1898, 1914 y 1927, no "estudiadas ni mucho menos profundizadas en la significación e importancia política de las mismas". Además de Abellán, intervinieron en el seminario, entre otros, los profesores Elías Díaz, Virgilio Zapatero, Manuel Tuñón de Lara, Manuel Aragón, Eusebio Femández, Enrique Tierno Galván y Raúl Morodo.El análisis de la generación del 14, de su pensamiento político y de su influencia en la Segunda República, tema central de la mesa redonda que clausuró el curso, fue justificado por Abellán en báse a la hipótesis cada vez más donfirmada de que "la Segunda República española fue el proyecto de realización en la práctica política de las ideas que sobre la convivencia democrática desarrolló dicha generación". En este sentido, el profesor Abellán matizó que, aunque se considera a Ortega y Gasset el líder de la generacíón, es "mucho más importante desde el punto de vista político la personalidad de Manuel Azaña".

El profesor de la Universidad Complutense Virgilio Zapatero analizó la obra de Fernández de los Ríos en los "aspectos más vivos que puede hoy tener mayor vigencia en la España democrática". En opinión del conferenciante, el pensamiento de Fernández de los Ríos "es más actual hoy que en 1936", añadiendo que el problema del que fuera ministro de Instrucción Pública con Ia República fue que "nació antes de tiempo".

Política y pedagogía

Entre los aspectos del pensamiento de De los Ríos, con vigencia en la actualidad, Zapatero citó "valoración de la cultura y la implicación que ello tiene en la estructura y el funcionamiento de los propios pártidos". "Si la política es pedagogia social", añadió, "los partidos políticos no pueden reducirse a máquinas electorales de acceso al poder, sino que deben asumir su función de consejeros del príncipe (pueblo soberano), asumiendo, por tanto, su función de agentes transformadores de la sociedad".Las relaciones entre el profesor y el político en la obra de Julián Besterio fueron analizadas por el profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid Eusebio Fernández. "El socialismo de Besteiro", afirmó, "fue un socialismo democrático y reformista, del que no se excluyen las influencias del socialismo marxista, pero al que no son ajenas las conexiones con el socialismo fabiano y el laborismo".

Del pensamiento político de "la otra generación del 27", grupo generacional paralelo a la generación poética, y su preocupada actitud ante los temas socio-políticos, habló el historiador Manuel Tuñón de Lara. La inquietud política, según el conferenciante, les llega por tres vías: la del vanguardismo literario, la de la formación universitaria y Ia de la experiencia personal de la guerra de Marruecos. Tuñón de Lara pasó revista después a los grandes movimientos vanguardistas que luego daría lugar a la generación avanzada, como fue denominada entonces, o de com promiso social. Simbolizando este paso en la Elegía crítica, de Rafael Alberti, publicada el 1 de enero de 1930 y de la que fue conferenciante, recordó sus primeros versos: "Con los zapatos puestos tengo que morir".

Para analizar lo que representó la generación de 30, Tuñán estudió la revista Nueva España y el examen de algunos autores de la época, como Arconada, Sender, Espina y Díez Fernández.