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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El tenor prometió repetir el recital de ópera y zarzuela todos los años

Más de 150.000 mil personas -200.000, según la Policía Municipal, y 250.000 según los organizadores- aclamaron al tenor español Plácido Domingo durante más de dos horas que duró el recital que dió ayer al aire libre en la Ciudad Universitaria de Madrid y en el que interpretó diversos fragmentos de ópera de Puccini y Giordano y zarzuela de Guerrero, Caballero, Serrano y Torroba. Para muchos miles de madrileños era la primera vez que escuchaban en directo al tenor que ha congregado en su Madrid natal casi a tantas personas como hace un año en el Central Park de Nueva York.Ante familias enteras, jóvenes y personas mayores de toda clase y condición, Plácido Domingo, considerado como uno de los mejores cantantes del mundo, se emocionó al recibir de manos del alcalde de Madrid una bandeja de plata en homenaje a su persona y al interpretar El Caballero del alto plumero, dirigido por el propio autor de la pieza, Federico Moreno Torroba. Plácido, que invitó también al público a bailar la Mazurca, de Luisa Fernanda ( también de Moreno Torroba) y que fue bailada por el propio alcalde de Madrid, prometió volver al año siguiente con otro recital de parecidas características. En su despedida repitió dos veces La Traviata y accedió a las peticiones del público con otras dos interpretaciones de propina.

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Un mito del gran público

El recital, que tuvo carácter gratuito, fue concebido como un homenaje del pueblo de Madrid al cantante, que nació en la capital de España hace 41 años, y de éste al pueblo de Madrid. Así fue presentado también por el locutor Joaquín Prat, quien trató de dar un carácter popular al festival. Durante el recital, que comenzó pasadas las diez de la noche, no se produjeron incidentes de importancia, aunque los servicios de Protección Civil tuvieron que asistir a algunas personas de desmayos -una señora fue evacuada al parecer por un ataque al corazón- y la Policía Municipal realizó alguna carga y varias detenciones a jóvenes que vendían las cervezas y los refrescos a cincuenta pesetas, la mitad del precio que tenían las bebidas de los tenderetes autorizados.

Bravos y aplausos

Las intervenciones de Plácido Domingo, que no ha cobrado nada por este festival, fueron posibles debido al acompañamiento musical de la Orquesta Sinfónica de Madrid dirigida por Luis Antonio García Navarro y por el apoyo de la soprano Paloma Pérez Iñigo. Aplausos y gritos de ¡bravo, bravo! por parte del público apoyaron cada intervención de Plácido Domingo. Su voz pudo oírse nítidamente en todo el contorno debido a los 40.000 vatios de sonido que la amplificaban. Miles de espectadores colocados lejos del escenario pudieron seguir más de cerca los movimientos del cantante y de la orquesta a través de dos pantallas gigantes de vídeo colocadas a ambos lados del solar de 80.000 metros cuadrados donde se celebró el recital.

Las 12.000 sillas instaladas en el recinto se vieron pronto desbordadas por la afluencia del público que comenzó acudir desde las dos y media de la tarde. La primera parte del recital, dedicado a la ópera, fue seguido con menos entusiasmo que la segunda parte -zarzuela española- en la que la gente participó activamente y coreó en algunos casos las interpretaciones de Plácido y de la orquesta.

Entre el público se encontraban el vicepresidente primero del Gobierno, Rodolfo Martín Villa; la ministra de Cultura, Soledad Becerril, y, el rector de la Universidad Complutense de Madrid, Francisco Bustelo. El maestro Federico Moreno Torroba, a quien también se le dedicaron aplausos en el transcurso del recital, dijo que le parecía extraordinario que un cantante que está entre los cuatro o cinco divos actuales del mundo hiciera llegar la buena música a todos los sectores sociales.

Tierno Galván, que calculó personalmente una asistencia de 150.000 personas, se sintió sorprendido sobre todo por la voz en directo de Plácido Domingo. "Le había oído en disco, pero hoy he podido comprobar que su voz es capaz de triunfar incluso sobre las sirenas de las ambulancias (el alcalde de Madrid hacía aquí referencia a la evacuación de la persona que sufrió un amago de infarto). El Ayuntamiento seguirá apoyando a Plácido en cualquier iniciativa de este tipo".

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