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SANIDAD

La OMS insiste en aplicar el Programa de Medicamentos Esenciales para la Salud

Desde hace dos días, una de las comisiones de la 35ª Asamblea Mundial de la Salud de, la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la que participan 143 Estados miembros de la organización, pasa revista a la aplicación del Programa de Acción sobre Medicamentos esenciales, que entró en vigencia en el mes de febrero de 1981.

La idea de los medicamentos esenciales, concebida en los últimos años por los expertos internacionales en la materia, "constituye uno de los elementos básicos de la atención primaria de salud, que es a su vez la clave de la salud para todos en el año 2000". Su objetivo, según los propios documentos oficiales, es "garantizar el suministro regular a todas las personas de medicamentos esenciales inocuos y eficaces, de calidad aceptable, al coste más bajo posible".El proyecto y la aplicación misma del programa, al igual que ha contado y cuenta con un decidido y mayoritario apoyo internacional, también tiene omnipresentes opositores en algunos Estados miembros de la OMS que ven muchos obstáculos de orden técnico para su aplicación, como asimismo, y más directamente las multinacionales de la farmacopea, entre detractores del programa, que hacen pensar su incontrarrestable influencia aduciendo múltiples motivos, que finalmente quedan reducidos al problema económico o de rentabilidad.

La aplicacion del Programa de Acción sobre Medicamentos Esenciales, que en la práctica se remite a un listado de unos doscientos medicamentos, resulta impensable para las multinacionales que han invadido el mercado en los últimos años con más de 10.000 medicamentos fabricados siempre en base a una diversidad limitada de sustancias químicas, pero que responden a mil distintos nombres de fantasía, como si se tratara, han dicho los expertos, de un artículo supérfluo.

El comité especial de la OMS, sobre este programa de acción, reconoce que, desde el punto de vista, comercial, "para las compañías multinacionales resulta poco interesante de momento establecer instalaciones para la fabricación o formulación de medicamentos esenciales en los países en desarrollo", y, deja bien en claro que el gran problema mundial de abastecimiento no es la posible falta de productos, sino la disponibilidad de medicamentos a precios aceptables para los países".

En su informe, el comité especial, entre otros obstáculos técnicos y comerciales para la implementación de este proyecto, señala que numerosos médicos "estiman que el concepto de medicamentos esenciales es demasiado restrictivo y, acostumbrados a las denominaciones comerciales, no encuentran fácil ni conveniente adaptarse a los nombres genéricos, considerando que las marcas comerciales son una garantía de calidad" y, más aún, que muchos médicos estiman que "la prescripción genérica de medicamentos esenciales no sólo constituye una infracción de su deber moral frente al paciente, sino también una negación del derecho profesional básico a elegir los medicamentos que juzguen más acordes con las necesidades de sus pacientes". En estos criterios, muchos expertos independientes, fervorosos defensores del proyecto, también ven el peso de la influencia de las multinacionales sobre los profesionales de la medicina a través de un lavado de cerebro que ha tomado muchos años, se ha dicho.

En todo caso, del examen y balance de este primer año de vida del Programa de Acción sobre Medicamentos Esenciales no saldrá, al parecer, nada sustantivo, salvo críticas, quejas y denuncias, por una parte, que algún día podrían traducirse en medidas más concretas para su aplicación, y por otra parte, expresiones de buena voluntad y promesas, que no significan necesariamente hechos tangibles.

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