El Ballet de la Opera de París abre la temporada del Liceo
Con la interpretación de La silphide, con música de Schneizhoffer, el ballet de la Opera de París, dirigido por Rosella Hightower, se inauguró anteayer la temporada del Gran Teatro del Liceo. El Ballet de la Opera de París permanecerá en Barcelona hasta finales de mes y tiene previsto poner en escena Giselle, de Adolphe Adam, y una serie en homenaje a Stravinsky con El pájaro de fuego, La consagración de la primavera y Pulcinella.La programación de la presente temporada de ballet continuará el 30 de abril, y los días 2 y 4 de mayo, con la participación del ballet de Esbart Dancaire, de Rubí, formación catalana de alta calidad que ha recuperado gran cantidad de danzas medievales y renacentistas populares catalanas.
La sílphide, de factura netamente romántica, fue rescatada recientemente por la Opera de París, después de que hubiera dejado de ser representada durante muchos años.
Precisamente fue estrenada a principios de siglo, en Barcelona, por la compañía de Diaghilev y teniendo como estrella Nijinsky.
En la primera representación del Ballet de la Opera de París, la dirección artística ha cuidado de representar La silphide con todos los elementos románticos que la configuran. Decorado, luces, efectos escénicos -sílfides que vuelan, sílfides que desaparecen- son los propios de este tipo de obra que viene a ilustrar un cuento de hadas.
A destacar la actuación de la orquesta del Liceo, dirigida por Michel Queval, y, sobre todo, la magnífica interpretación de Ghislaine Thesmar, que prácticamente "volaba" sobre el escenario, incorporando una sílfide llena de delicadeza, etérea y deliciosa, bien secundada por Michael Denard y Francesca Zumbo.
