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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La Orquesta de St. Martin in the Fields, excelente intérprete de Mozart

Un programa Mozart, interpretado por la Academia de St. Martin in the Fields, de Londres, es garantía de calidad y de gran éxito. Una y otro se han producido el miércoles con ocasión de la nueva visita de lona Brown y su grupo de instrumentistas (quince arcos, a los que se añaden, cuando es necesario, dos oboes y dos trompas). El teatro Real registró un lleno hasta la bandera, y la primera gran ovación se produjo ya a la salida de la orquesta y su directora-solista.Luego pudimos escuchar una versión perfecta, por viva y bien ritmada, por calidad y cohesión sonoras, por la intención de cáma ra que la animó, de la más que cé lebre, popular, Pequeña serenata en sol, verdadera síntesis del espíritu mozartiano más galante y ligero de vuelo.

Sinfonía 1º y 29º, Serenata en sol y Concierto nº 3, para violín

Orquesta de St. Martin in the Fields. Solista li, directora: Iona Brown.Teatro Real. 14 de abril.

Muchos años antes, cuando no había cumplido los diez, compuso Mozart la primera sinfonía en mi bemol (1765), que todos los comentaristas sin excepción relacionan con las oberturas de Juan Christian Bach, y muchos autores, con el estílo sinfónico-teatral predominante en buena parte de la obra instrumental del músico salzburgués, En definitiva está presente la influencia de la escuela de Manheim, con su rico juego de contrastes dinámicos. Con todo, y tratarse de una página juvenil, el genio de Mozart aparece con evidencia: técnica como inspiración, estilo de los temas, desarrollos breves pero magistrales, contraposición entre lo ligero y lo levemente dramático.

En la otra sinfonía programada, la número 29ª, en la mayor, de 1774, el sinfonismo mozartiano remonta hacia la definitiva madurez, gracias a la riqueza de invención, el juego contrapuntístico y la unidad ambiental determinada por el color de la orquesta y la escritura del autor de Las bodas de Fígaro.

El Concierto número 3, para violín (1775) fue expuesto por la Brown con profunda elegancia desde un buen saber la técnica y el estilo y desde un vivísimo sentido contrastante. El virtuosismo necesario para que la intención del solista se convierta en realidad expresiva brilló en lona Brown, dueña de un sonido muy bello y de un temperamento cálido que la razón modera paso a paso, frase a frase.

Un gran concierto (incluidos los solicitados encores), que continúa el Il Festival de Primavera (Ibermúsica), iniciado por la Orquesta de Washington, para continuar con el Coro y Colegium de Munich en la Misa en si menor, de Bach (16 de abril), y clausurarse por tres programas de la sinfónica londinense dirigida por Claudio Abbado (21, 22 y 23 de mayo).

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