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El proceso por la rebelión militar del 23 de febrero

Gabeiras, más duro con Milans

-Declaró que durante los días 23 y 24 de febrero no captó nada en la actitud de Armada que pudiera interpretarse como ayuda a los supuestos rebeldes.-Matizó que Armada le hizo una propuesta de encabezar un Gobierno de coalición que le pareció inaceptable porque era anticonstitucional, "ya que proponerle al Congreso, coaccionado por las armas, que formara Gobierno, iba contra la Constitución".

-Dijo que Armada salió de su despacho autorizado para proponer la salida de los ocupantes. "La propuesta incluía una oferta de medios para que Tejero pudiera salir de España. Para lo otro (la oferta de Gobierno), Armada no iba autorizado".

-Añadió que consultó con el presidente de la JUJEM la propuesta de Armada de ir, a título personal, al Congreso para dirigirse a los diputados y ofrecerse a presidir un gobierno de concentración y que aquel la desautorizó.

-Insistió, no obstante, en manifestar que en la actuación de Armada entre el 23 y 24 de febrero fue correcta y que en aquellas horas no tuvo sospechas de él.

-Afirmó, cuando se le preguntó por qué no fue personalmente al Congreso para hacer la oferta de abandono a sus ocupantes, que el quería ir, por un lado, para ofrecerles la posibilidad de salir de España en aviones y, por otro, para proponerles la solución Armada (un gobierno de coalición presidido por este general), "sólo a afectos de que la ocupación concluyera; es decir, de modo y manera que luego no se formara ese gobierno, pero el general Armada se negó a hacer eso porque dijo que jamás engañaría al teniente coronel Tejero".

-Precisó que, pese a todo, dejó ir a Armada al Congreso porque Tejero sólo admitía como interlocutores a Milans y al general Armada.

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-Declaró que el 23 de febrero, el capitán general de Valencia, Milans del Bosch se negó reiteradamente a cumplir las órdenes que le dio.

-Manifestó que habló con Milans y le dijo que iba a ir personalmente al Congreso y que aquél le respondió "que allí no entraba más que quien él dijera" ya que tenía la contraseña por la cual se franquearía el paso al Congreso a quien la pronunciara. "Me pidió Milans que se pusiera al teléfono el general Armada, quien después de un momento de conversación, tapó el auricular y me dijo que la contraseña era Duque de Ahumada".

-Dijo, en respuesta a una pregunta sobre si el Rey estuvo protegido el 23-F: "Todas las unidades de Madrid estaban en estado de alerta. El Palacio estaba lo suficientemente aislado y no se creyó necesario incrementar la seguridad del edificio. Si se hubiera creído de otra forma, me habrían pedido fuerzas. La amenaza estaba en el Congreso, no en la Zarzuela ni en el Pentágono de Washington.

-Reconoció que a los ocupantes del Congreso se les ofreció dinero si aceptaban salir de España en aviones, pero añadió que no se fijó la cantidad exacta.

-Replicó en un tono ciertamente enojado "No consiento que se me haga esa pregunta", cuando el abogado Sanz Arribas le dijo si podría ser él la autoridad militar esperada en el Congreso.

-Añadió, a este respecto, que nunca tuvo idea de quién podía ser esa autoridad militar esperada en el Congreso.

-Indicó que retiró el mando al general Juste, de la División Acorazada Brunete, "porque tenía razones suficientes para hacerlo", pero no las concretó.

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