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El proceso por la rebelión militar del 23 de febrero

El capitán Gómez Iglesias afirma que su amistad con Tejero era conocida por sus superiores del CESID

La sesión de ayer sobre el juicio que se sigue contra los 33 procesados por la intentona golpista del 23 de febrero de 1981 estuvo dedicada por completo a los interrogatorios de cuatro capitanes, dos de la Guardia Civil y otros dos pertenecientes a la División Acorazada Brunete, quienes participaron en el secuestro de los diputados que se encontraban en el Congreso aquella tarde. El capitán Gómez Iglesias afirmó que su amistad con Tejero era conocida por sus superiores del CESID, quienes le pidieron que fuera discreto cuando éste decidió ir a visitar el teniente coronel de la Guardia Civil, que se encontraba detenido en la cárcel de Alcalá de Henares por su presunta participación en la denominada Operación Galaxia. A pesar de esta amistad, las declaraciones de Gómez Iglesias contradijeron por lo menos en dos ocasiones a las declaraciones realizadas por el teniente coronel Tejero Molina durante su interrogatorio.

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La vista de la causa por los hechos del 23-F se reanudó a las diez de la mañana de ayer en el Servicio Geográfico del Ejército con la intervención del abogado Santiago Segura, defensor del capitán Muñecas, quien manifestó que dos periódicos madrileños, en sus ediciones del sábado día 27, imputaban a su defendido acusaciones, a su juicio, falsas. Añadió que tales diarios publicaron que en el cuartel de la Guardia Civil de Tolosa (Guipúzcoa) se practicaron en abril de 1976 torturas a detenidos cuando dicha unidad se encontraba bajo el mando del capitán Muñecas. Santiago Segura afirmó que en esa fecha su defendido no se encontraba en Tolosa y pidió la venia al tribunal para iniciar las acciones judiciales pertinentes contra los responsables de los dos rotativos. Aunque se refirió a los periódicos, el abogado sólo mencionó a Diario 16 como uno de los que publicaron tales informaciones.Posteriormente fue llamado a declarar el capitán de la Guardia Civil Vicente Gómez Iglesias, para quien el fiscal solicita ocho años de prisión y separación del servicio. El procesado está acusado de haberse reunido el 21 de febrero de 1981 con el comandante Cortina y con el teniente coronel Tejero en el domicilio de los padres del primero, y de haber ofrecido al último medios del CESID para el asalto al Congreso de los Diputados.

El capitán Gómez Iglesias, a preguntas del fiscal, indicó que había solicitado voluntariamente la realización del curso de circula ción y tráfico de la Guardia Civil que se desarrollaba en las dependencias del parque automovilístico del cuerpo en Madrid, del que partieron los miembros que asalta ron el Congreso.

Gómez Iglesias, a las órdenes de Cortina

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El capitán procesado también afirmó que pertenecía al CESID desde noviembre de 1978, y que dentro de este organismo se encontraba destinado en la sección de operaciones especiales que mandaba el comandante Cortina. "No obstante", dijo el capitán, "cesé temporalmente en el mando de mi unidad cuando me incorporé al curso de circulación y tráfico". Gómez Iglesias respondió asimismo al fiscal que conoció a Tejero cuando éste mandaba la Comandancia de la Guardia Civil de Guipúzcoa, e indicó que "luego continué teniendo relaciones con él, e incluso llegué a visitarle en la prisión de Alcalá de Henares cuando estaba arrestado por su presunta participación en la operación Galaxia". El capitán procesa do precisó que "por aquel entonces ya estaba yo destinado en el CESID y la superioridad se interesó por mi amistad con el teniente coronel Tejero, no poniéndome ' impedimentos y sólo exigiéndome la condición de que fuera discreto".

El capitán Gómez Iglesias negó posteriormente que hubiera cono cido con anterioridad a su realiza ción el proyecto de asalto al Congreso de los Diputados, así como haber prometido a Tejero facilitar le medios del CESID para llevarlo a cabo. Dijo que no entregó a Te jero un radioteléfono en la tarde del 23 de febrero, contrariamente a lo expuesto por Tejero.

El fiscal le preguntó después si se daba cuenta de que sus pala bras estaban negando las afirma ciones hechas por Tejero, a lo que respondió que "yo no entró en las razones que haya podido tener Tejero para manifestar lo que ha manifestado".

El capitán Gómez Iglesias indicó que no vió a Tejero el día 20 de febrero ni se lo presentó al comandante Cortina, contradi ciendo de este modo las declara ciones de Tejero, quien afirmó que el día 20 Gómez Iglesias le presentó a Cortina y los tres se reunieron en la casa de este último mó que no pudo asistir en la mañana del 23-F al parque de automóviles porque se encontraba indispuesto, aunque a la hora del almuerzo se sintió mejor y decidió trasladarse a ese lugar. Una vez allí, encontró a Tejero cambiándose de ropa en el despacho del coronel Manchado, jefe del parque. Entró en el despacho y Tejero ' después de saludarle, le presentó á Manchado, especificándole que se trataba de un capitán del CESID. Más tarde, Gómez Iglesias precisó que escuchó a Tejero decir a Manchado que necesitaba fuerzas para realizar el cometido que a la Guardia Civil le correspondía, en una operación organizada para solucionar la situación política.

Gómez Iglesias añadió posteríormente que en la tarde del 23-F colaboró en organizar la salida de los autobuses, y hacia las 18.15 horas abandonó el parque. Tomó un taxi para ir a su domicilio, y cuando circulaba por la calle de Arturo Soria escuchó en la radio del vehículo el asalto al Congreso. Se dirigió entonces a una de las instalaciones del CESID y se presentó al capitán García Almenta, que había quedado al mando, ya que su jefe natural, el comandante Corti na, había tenido que incorporarse a la central de servicio. A preguntas del abogado Hermosílla, defensor del general Ar mada, el procesado afirmó que no conocía personalmente a Armada y añadió que en ningún momento de la tarde del 23-F él fue presen tado como un hombre de confianza del citado general. Agregó que en la exposición que el teniente co ronel Tejero le hizo a Manchado sobre la operación que iba a realizarse, el primero hizo referencia a los generales Armada y Milans.

Milans y Armada conocían la operación

El último abogado en interrogar a este procesado en la primera parte de la sesión de la mañana fue el defensor de Tejero, Angel López Montero. A la pregunta de qué dijo su defendido textualmente en la conversación con Manchado, el capitán Gómez Iglesias indicó que "Tejero dijo que había que realizar una operación en la cual la Guardia Civil tenía que acudir a la plaza de Neptuno. Dijo que la operación estaba mandada por el teniente general Milans del Bosch y que había sido puesta en conocimiento del general Armada". -López Montero: ¿Se hizo en algún momento referencia a que el Rey tenía conocimiento de lo que iba a realizarse? -Gómez Iglesias: Latía la idea de que no era algo del teniente coronel Tejero, sino una operación nacional. Tejero indicó que el teniente general Milans pondría todo a disposición de Su Majestad.

Interrogatorio a Alvarez-Arenas

Posteriormente, tras reanudarse la segunda sesión de la mañana Gómez Iglesias manifestó que no había informado a sus superiores del CESID de lo que conocía, "porque no creí oportuno informar de lo que yo sabía". Posteriormente, y a preguntas de varios abogados, declaró no haber mantenido ninguna reunión en la tarde de¡ 23F con el comandante Cortina 31 el cabo Monge, del CESID. Tras algunas preguntas del consejero Justo Carrero, ministro togado de la Armada, Gómez Iglesias se retiró a su asiento y fue llamado a declarar el capitán de infantería Alvarez-Arenas Pardiñas, quien estaba destinado el 23-F en la División Acorazada Brunete. El fiscal pide para este procesado siete años de prisión y separación del cuerpo. Este procesado está acusado de acudir al Congreso la madrugada del 24 de febrero a las órdenes del comandante Pardo Zancada y haberse negado a deponer su actitud cuando así se lo ordenó el director general de la Guardia Civil. Alvarez-Arenas aseguró que no conocía entonces personalmente al teniente coronel Tejero, que desconocía que el comanadante Pardo Zancada hubiera viajado a Valencia el día anterior y señaló también que ignoraba que el 23-F el general Juste -jefe de la Brunete- y el coronel Sanmartín -jefe del Estado Mayor de la división hubieran viajado a Zaragoza para revisar unas maniobras que se estaban realizando en el campo de San Gregorio por parte de tina unidad de la división. Alvarez-Arenas dijo que sabía que el comandante Pardo Zancada iba voluntariamente al Palacio de las Cortes y que éste no le ordenó que le acompañara, sino que únicamente se lo sugirió. También declaró que su compañía estaba armada y municionada desde las siete de la tarde, "hora en que se me dieron las órdenes de iniciar mis actividades dentro de la operación Lunes". -Fiscal: ¿Sabía usted que cuando salió para el Congreso estaba vigente la orden de acuarteIamiento? -Alvarez-Arenas: No, porque la orden de acuartelamiento no es infinita en el tiempo. Yo entendí que ya no estaba vigente porque el acuartelamiento lo ordenó el Estado Mayor de la división y yo salí hacia el Palacio de las Cortes Con un jefe del Estado Mayor.

El presidente corrige una alusión al Rey

Alvarez-Arenas afirmó que lo largo de la noche tuvo conocimiento del mensaje del Rey; pero, aún conociendo los deseos de Su Majestad, "decidí quedarme en. el Congreso de los Diputados". Posteriormente tomó la palabra su abogado defensor, Jesús Gómez García, quien le preguntó por qué se quedó en el Congreso y no aceptó la propuesta que leyó F>ardo Zancada y que había llevado Sanmartín con el supuesto apoyo de la Zarzuela. Alvarez-Arenas respondió que "yo había ido allí para arropar a la Guardia Civil porque creí que había sido tracionada, ya que los jefes de la operación la habían dejado tirada en el Congreso, y se me confirmó esta traición con el mensaje regio, que no se hacía extensivo a la Guardia Civil". En ese momento, el presidente del tribunal afirmó que no procedía esa afirmación del procesado y pidió que su respuesta constara en acta por si hubiera incurrido en algún tipo de resporisabilidad.

A la pregunta de su abogado sobre si volvería a hacer lo que Etízo el 23-F si se dieran las mismas circunstancias, Alvarez-Arenas respondió:"Por supuesto"

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