La quiebra del Banco de Navarra
El que suscribe (juntamente con otras 80.000 personas, aproximadamente) depositó sus ahorros en la Compañía de Inversiones MPI, dependiente del Banco de Navarra. Nuestro pecado -si lo hubo- fue de ingenuidad, no de ambición. El encargado de conseguir inversores daba toda clase de facilidades: posibilidad de recuperarlo en cualquier momento, más de un 12% de interés y, sobre todo, con la supervisión y garantía del Banco de Espana.En mi caso (perdón de nuevo por personalizar), eran mis primeros ahorros. Lo primero que ganaba en un trabajo estable. Me constan casos más dramáticos, pues la mayoría somos ahorradores modestos, de ámbito rural y obrero.
La situación actual del Banco de Navarra es de quíebra "voluntaria", y la Compañía de Inversiones MPI, que depende de él, suspendió sus pagos.
Hay más datos:
1. A los depositantes del Banco de Navarra se les ha devuelto la totalidad de sus imposiciones, sin que haya noticia del fundamento legal de dicha decisión ni el origen de los fondos utilizados para ello según la revista Fomento de la Producción en su edición del pasado 1 de enero.
Quienes no hemos recuperado nada somos los miles de inversores en MPI.
2. Como consecuencia de la crisis de MPI se han perdido más de mil puestos de trabajo.
3. El caso Fidecaya, semejante al nuestro, ha encontrado solución aceptable.
¿Por qué a nosotros no se nos escucha?
Lo cierto es que con dolorosa frecuencia acude a nuestra mente el recuerdo de aquel fracaso, hace ya más de cuatro años. Sólo de cuando en cuando surge un rayo de esperanza: algunos periódicos y revistas han publicado artículos tratando de arrojar un poco de luz sobre el tema. Hay una sociedad de afectados que trabaja para que el tema no caiga en el olvido.
Ahora mismo el grupo parlamentario de Coalición Democrática ha interpelado al Gobierno "si piensa resolver de algún modo la situación de los miles de modestos ahorradores de MPI", pregunta que aún no ha sido contestada. Este grupo aporta además posibles soluciones./
