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SANIDAD

Reducir la mortalidad perinatal, objetivo poco cubierto del plan de prevención de la subnormalidad

De los aproximadamente 600.000 niños que nacen anualmente en España, unos 2.900 fallecen antes de cumplir las veinticuatro horas de vida, y otros 4.900, antes de los siete días. Aunque la tasa de mortalidad perinatal desciende cada año, España sigue situándose, en este terreno, por encima de casi todos los países europeos. El órgano asesor del plan nacional de Prevención de la Subnormalidad ha convocado para el mes de mayo un fórum sobre asistencia perinatológica que sirva de estímulo a la Administración a poner en marcha las normas que ella misma dicta.

La mortalidad perinatal se refiere a un período de tiempo que va desde los seis meses, o mil gramos de vida intrauterina del feto, hasta los veintiocho días después del nacimiento. Este período se divide en otros dos: el fetal y el neonatal, es decir, antes y después del parto. El tiempo neonatal se subdivide, a su vez, en otros tres: el neonatal inmediato (desde el alumbramiento hasta las veinticuatro horas), el precoz (hasta los siete días) y el tardío (hasta las cuatro semanas).Todos los países prestan cuidadosa atención al tema de la mortalidad perinatal, porque sus índices reflejan las condiciones sociales, culturales, económicas, biológicas y asistenciales del país en cuestión. Ni que decir tiene que los pueblos más pobres son los que presentan las tasas más altas, y los ricos, las más bajas. Con alguna excepción, como Cuba y China, dos países de economía media que, merced a una muy lograda organización asistencial, han reducido la mortalidad perinatal en varios enteros.

En cada una de las etapas del período al que nos referimos influyen con distinta intensidad las condiciones materiales, sociales y mentales de la población.

Incidencia del nivel cultural

Para empezar, la mortalidad fetal varía conforme al nivel educativo de la mujer embarazada, su cuadro biológico, su situación monetaria y la oferta asistencial en el área geográfica en que reside. Se ha demostrado que hay una relación directa entre el número de visitas al especialista durante el período de gestación y el índice de niños nacidos muertos. Las madres que por falta de medios, por dejadez o por exceso de confianza acuden una o dos veces al médico durante su embarazo no tendrán la posibilidad de atajar cualquier complicación que afecte al feto tan fácilmente como las que frecuentan el consultorio.Las autoridades sanitarias españolas están proyectando lanzar a nivel nacional una campaña de concienciación a las mujeres embarazadas, para que pasen revisiones clínicas regulares (tomarse la tensión, pesarse, ser reconocidas) y para que realicen ejercicios de preparación al parto.

En el año 1978 (últimas cifras oficiales de que se dispone), se produjeron en España 5.500 casos de mortalidad fetal, lo que significa casi la mitad del total de niños fallecidos en el período que nos ocupa (11.838).

En la mortalidad perinatal inmediata, es decir, hasta un día de vida del recién nacido, inciden las mismas causas de carácter ideológico y psicológico de la madre que en el apartado anterior, pero también y de forma decisiva, el entorno asistencial en que sale a la luz el bebé. Si un niño nace antes de tiempo (pretérmino o prematuro) o en precarias condiciones físicas, es preciso responder a la emergencia con la dotación tecnológica y material adecuada, con unos médicos y enfermeras preparados para el caso o con una organización capaz de trasladar inmediatamente el niño a un hospital que reúna estos requisitos.

La prestación sanitaria influye, asimismo, en la mortalidad perinatal precoz y tardía, como también influyen el nivel sociocultural de los padres, sus ingresos económicos, su zona de residencia y, por supuesto, la constitución biológica del propio bebé.

Hospitales perinatales

De los alrededor de 600.000 niños que nacieron en 1978, 2.946 (4,91%) fallecieron antes de cumplir un día de existencia; 4.944 (8,24%), entre el nacimiento y los siete días, y 1.380 (2,3%), entre el séptimo día y las cuatro semanas.Las cifras han ido descendiendo en los últimos años, pero, no obstante, en toda Europa sólo Italia alcanza cifras tan altas como España. Con respecto a otros continentes, las cifras son equiparables.

Dentro del Plan de Prevención de la Subnormalidad, promovido por el Real Patronato de Educación y Atención a Deficientes, encabezado por la reina doña Sofía, y en colaboración con el Instituto Nacional de la Salud (Insalud), un equipo de especialistas está llevando a cabo una investigación exhaustiva de todos los hospitales infantiles de la geografía nacional, haciendo recuento y análisis de los medios materiales, tecnológicos y humanos con que cuenta cada uno. Porque, y esto es importante, toda acción emprendida para salvar la vida de un niño también va encaminada a evitar la subnormalidad y otras secuelas físicas o psíquicas. Y viceversa.

"Tenemos que buscar las fórmulas para afrontar este problema de la mortalidad perinatal", explica el doctor Arizcun, responsable del servicio de Neonatología y Medicina Perinatológica del Hospital Clínico de Madrid, y secretario coordinador del estudio al que hemos hecho referencia. "Hay que reducir los índices en uno o dos enteros por lo menos. Y para esto, hay que saber con qué medios se cuenta y qué es lo que el ciudadano de cada zona pide, para adecuar de esta forma la oferta social a la demanda real".

Otros aspectos preocupantes con respecto a la mortalidad infantil son las diferencias exageradas que se dan entre las tasas de unas provincias y otras. Por ejemplo, mientras que la mortalidad neonatal precoz alcanzaba en 1978 la tasa del 32,62 por mil en Ceuta, del 26) por mil en Lugo y Zamora, y del 24 por mil en Cáceres y Soria (lo que se llaman zonas negras, clínicamente hablando); en Burgos y Segovia era del 9 por mil; en. Avila, del 11 por mil, y en Madrid, del 12 por mil.

No influye en estas variaciones numéricas el que se trate de provincias ricas o pobres, sino que se debe a la posesión de centros asistenciales adecuados o a la cercanía a provincias donde éstos se hallan (como es el caso de Avila, Segovia o Ciudad Real).

Iguales diferencias encontramos entre los índices de los diversos entes autónomos y preautonómicos. Mientras que en los años 1975, 1976 y 1977, Extremadura tenía un 27,27 por mil de casos de mortalidad perinatal, Madrid daba una cifra del 18,27 por mil, y Cataluña del 19,0 1.

"En todo el mundo se está yendo hacia niveles de asistencia terciarios en el terreno de la obstetricia y la pediatría", continúa el doctor Arizcun, "niveles que corresponden a aquellas instituciones dotadas para atender las patologías más difíciles, el riesgo de mortalidad y la subnormalidad. En España también estamos trabajando en la creación de los tres niveles asistenciales, con el desplazamiento de la madre o del niño al que le conviene: el primer nivel, dedicado a embarazos y partos normales; el segundo, para casos con cierta complicación (una mujer que sufre hipertensión, por ejemplo), y el terciario, para los casos más graves".

Prevenciones

En resumidas cuentas, el descenso de los índices de mortalidad perinatal en España depende de varios factores: un programa de asistencia prenatal obligado para todas las gestantes, una red hospitalaria bien pertrechada en cuanto a medios y personal, una constante educación de los médicos y enfermeras dedicados a los recién nacidos, un transporte sanitario que garantice el desplazamiento de la madre o el bebé al centro asistencial preparado para atender su caso y una constante atención de los especialistas y las autoridades sanitarias al tema.El Consejo Nacional de Prevención de la Subnormalidad, órgano asesor del Real Patronato de Educación y Atención a Deficientes, Plan Nacional de Prevención de la Subnormalidad, ha convocado un forum nacional sobre programas de perinatología asistencial.

Este forum se celebrará durante los días 27 y 28 de mayo próximo, en el Ministerio de Sanidad y Consumo. "Tiene como objetivos inmediatos servir de base a la puesta en marcha de las normativas y documentos a los que se hace mención en el Plan Nacional de Prevención; trabajar sobre los documentos señalados para que puedan ser implantados y servir de ayuda y estímulo a la Administración en la aplicación de las normas que ella misma dicta".

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