Ligeras tensiones en el V Congreso de Alianza Popular, en demanda de mayor democracia interna
La necesidad de convencer a Unión de Centro Democrático (UCD) para crear la mayoría natural -pacto UCD-AP-, la "moderación" como centro de la política aliancista y la "consolidación y robustecimiento de la democracia como objetivo prioritario y urgente" son las líneas maestras de la ponencia ideológica que el V Congreso de Alianza Popular, iniciado ayer en Madrid, aprobará hoy, probablemente sin modificaciones sustanciales. Se da la circunstancia de que la ponencia política ha sido redactada por Félix Pastor, quien ha renunciado a su reelección como vicepresidente para reflexionar si permanece en AP o decide solicitar su ingreso en UCD.
La mayoría de las enmiendas que se han recibido en la sede central de AP para modificar el texto de la ponencia política -aparte de las que se refieren a mejoras técnicas- tienen un marcado carácter reaccionario. Félix Pastor las ha clasificado, según su similitud, en cinco apartados. Un primer bloque de enmiendas (llegadas desde Madrid y León) solícita que se elimine toda referencia al carácter liberal de AP. El segundo paquete de enmiendas (con remite cacereño y leonés), encaminado a sustituir la identificación del electorado de AP con el centro-derecha para reducirlo escuetamente a la derecha, fue aprobado anoche por la mayoría de los miembros de la comisión que debate la ponencia.El tercero pretende suprimir toda referencia laica, incluso la posibilidad de un compromiso de coexistencia interna entre laicos y confesionales, en favor de una definición claramente cristiana. "Es necesario el compromiso entre lo confesional y lo laico", se afirma en la ponencia, con gran disgusto de los enmendantes de las provincias de León, Cáceres y Madrid. El cuarto bloque de enmiendas quiere que se especifique taxativamente en la ponencia la exclusión de pactos preelectorales. Son los enmendantes de León y Huesca quienes pretenden un compromiso formal de que Alianza Popular acudirá en solitario a las elecciones de 1983.
Pactos con fuerzas no democráticas
Finalmente, el quinto y último apartado de enmiendas, procedentes, como parece habitual, de Cáceres, León y Madrid, sugiere que se elimine el apartado de la ponencia donde AP se niega a llegar a acuerdos o a pactar con cualquier fuerza política que no sea democrática. Estos enmendantes no verían con malos ojos., a juzgar por los textos remitidos, un entendimiento coyuntural con quienes no acatan la democracia. Una de estas enmiendas solicita además que desaparezca la frase de la ponencia donde se dice que "las dictaduras son focos de inestabilidad", por entender que "podría motivarse el descontento de un componente de nuestro partido", según los datos facilitados a este periódico por Félix Pastor.A pesar del carácter regresivo de las enmiendas mencionadas, tanto Pastor como los restantes líderes de AP coinciden en afirmar que los nostálgicos del franquismo existen en AP, pero son tan pocos que no suponen un problema para el partido.
Asimismo, se incluye en la ponencia política una breve referencia a la democratización interna del partido: "Nuestro partido ha dado a lo largo del año ejemplo de disciplina y cohesión", se afirma textualmente. "Este espíritu debe mantenerse siempre", prosigue "pero siempre que no sea la consecuencia de la desaparición del debate interno, y a costa del menoscabo de la vida constitucional y democrática de nuestro partido".
Durante el día de ayer, primero de las jornadas del V Congreso, se detectaba entre pasillos cierto malestar por la ausencia de democracia interna. Algunos compromisarios estaban recogiendo firmas para, con un total de mil, solicitar que la ponencia de estatutos se debatiera en comisión, en lugar de su aprobación por el pleno, como se ha hecho siempre en los congresos de AP. Fraga ya adelantó taxativamente que, reunieran las firmas que reunieran, los estatutos no se verían en comisión. En una reciente reunión de la ejecutiva nacional, Fernando Suárez, otro de los contestatarios de este V Congreso, pidió que la elección del comité ejecutivo nacional se hiciera por el procedimiento de listas abiertas, solicitud que no ha sido tomada en consideración.
A pesar de estas tensiones internas, todavía muy minoritarias, nadie discute en AP el liderazgo de Manuel Fraga: y la candidatura que él presente será la aprobada, y la ponencia política a la que ha dado su visto bueno no se verá hoy sustancialmente modificada. En la actualidad, el carisma de Fraga es de tal magnitud en AP que la inmensa mayoría de los compromisarios se apresuran por acatar los deseos de su presidente.
