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Detenidos 78 trabajadores de la empresa Kynos en la sede madrileña de Banesto

Setenta y ocho trabajadores de la empresa Kynos, filial de la sociedad Agromán, fueron detenidos ayer por fuerzas de orden público en la sede central del Banco Español de Crédito (Banesto), sita en la madrileña calle de Alcalá, cuando procedían masivamente a abrir cuentas corrientes, acción con la que iniciaban un paro previsto de tres horas que se repetirá los próximos días 14, 19, 21, 26 y 28 del presente mes.

Alrededor de la una de la tarde de ayer un centenar de trabajadores de Kynos entraron en la sede central de Banesto para abrir cuentas corrientes. Media hora después, y a instancias de la dirección del banco -según fuentes de los trabajadores-, hicieron acto de presencia las fuerzas de orden público, que procedieron a la detención y posterior traslado a una céntrica comisaría de 78 trabajadores, acusados de dificultar con su masiva presencia la actividad cotidiana de la entidad bancaria.La elección de la sede central de Banesto obedeció a las relaciones familiares y profesionales que existen entre esta entidad, la sociedad Agromán y la empresa Kynos, cuyo presidente del consejo de administración fue durante mucho tiempo José María Aguirre González, hijo del presidente de Banesto.

Los trabajadores de Kynos, con su presencia en Banesto, iniciaron una serie de paros de tres horas que se repetirán los próximos días 14, 19, 21, 26 y 28 del presente mes en protesta por la intención de la empresa de realizar un expediente de regulación de empleo que afectaría a 250 de los 327 trabajadores que en la actualidad tiene en plantilla.

Un año de conflicto

La conflictividad en la empresa Kynos, dedicada a la producción de maquinaria para obras públicas, comenzó en enero de 1981. Entonces, según fuentes de los trabajadores, dimitió el consejo de administración, a cuyo frente figuraba José María Aguirre González, a causa de la deficiente marcha dela sociedad.En acril del pasado año, el Banco Guipuzcoano constituyó una hipoteca de 701 millones de pesetas sobre los bienes de la empresa como garantia de las deudas contraídas. El 27 de julio la sociedad acudió a la suspensión de pagos y presentó un activo de 1.800 millones de pesetas y un pasivo de 1.500 millones.

El pasado 9 de septiembre la dirección de la empresa presentó un expediente de regulación de empleo que afectaba a 250 de los 327 trabajadores que en la actualidad tiene en plantilla, expediente que originó en definitiva el movimiento reivindicativo que ahora anima a los trabajadores, por entender que es excesivo el número de operarios de los que se pretende desprender la sociedad mediante este expediente de regulación de empleo.

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