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Julián Marías: "La política es un fenómeno relativamente superficial"

Presentación de "Cinco años de España" en el Ateneo de Madrid

Un libro optimista, lleno de esperanza en el futuro, fue el punto de unanimidad que tuvieron los presentadores del libro Cinco años de España, de Julián Marías, que ayer se presentó en el Ateneo de Madrid. Es un libro definitivo, que actúa y enjuicia una serie de temas de máxima trascendencia de estos cinco años, dijo Chueca Goitia, quien añadió que estaba lleno de una doctrina liberal, «en el mejor sentido de la palabra, con toda la amplitud histórica, ideológica, social y política que puede llevar este vocablo».

Consideró Chueca Goitia Cinco años de España como el mejor y más importante libro de la serie que Marías comenzó con la España real.Por su parte, el profesor Seco Serrano dijo que él se sumaba al mensaje de optimismo y esperanza que Marías manifestaba en su libro, «un mensaje que en absoluto puede ser considerado desde una posición ingenua, ya que Marías señala muy bien lo que es el reverso de un proceso que él elogia y lo que son las amenazas.

El análisis que Julián Marías hace del entrecruzamiento de las generaciones y cómo este entrecruzamiento viene a ser el fondo social sobre el que se mueve la realidad histórica de España, interesó especialmente a José Prats. «Es una dramática pugna entre un ideal y una realidad». Destacó también que en Cinco años de España, Julián Marías insiste con mucha precisión y gran perspicacia en lo que podría llamarse la república literaria del idioma castellano. «El ve certeramente que la lengua es el vehículo fundamental que une a los países, por encima de la distancia y hasta de los problemas políticos y económicos. El ensayo final que Julián Marías hace sobre la guerra civil que no pudo evitarse y lo que enseña la realidad de estos cinco años, una realidad optimista y generosa, es enormemente acertada», dijo Prats.

Una proyección al mundo

Federico Mayor Zaragoza dijo que este libro tenía una perspectiva global y una proyección hacia el resto del mundo, porque España en esta transición no sólo es un hecho y un acontecer del cual debemos extraer las lecciones, sino que debemos procurar seguir siendo una esperanza y un horizonte de apertura para muchos países, especialmente para los que tienen nuestra misma lengua y que contemplan hoy a España como un punto de referencia.Por último, Julián Marías dijo que había tratado de plantear los problemas nacionales, no de una manera puramente política, ya que la política la consideraba un fenómeno «relativamente superficial. Hay algo mucho más importante por debajo, que es la realidad social de España y es el peso de su historia entera y sus programas para el futuro. En este último libro», dijo, «hago un intento de considerar en conjunto ese período que ha terminado ya. Ahora estamos empezando una segunda fase distinta, sin ruptura con la anterior. Es la continuación de la etapa inicial, que supone la constitución de una democracia que en España debe funcionar normalmente». Insistió en la realidad española en su conjunto, y dijo que incluso dedica un capítulo sobre la realidad física de España, sobre el paisaje español y la relación que tiene la estructura física de España con su historia.

Dijo finalmente que había tratado en Cinco años de España, de hacer una serie de trabajos sobre la cultura española, muy especialmente sobre la cultura contemporánea, que consideraba de gran riqueza, y un trasfondo de las condiciones que condujeron a la guerra civil y sobre la necesidad de evitar el reincidir en nada que pudiera llevar a algo parecido.

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