Los obispos españoles se suman a las críticas de la obra "Un tal Jesús"
El comité ejecutivo del episcopado español, que ayer se reunió bajo la presidencia de Díaz Merchán, parece decidido a sumarse a las críticas formuladas por la curia romana y diversos prelados americanos contra la obra Un tal Jesús, cuyos autores son la periodista María López Vigil y su hermano José Ignacio.
Como se recordará (véase EL PAIS del 12 de septiembre de 198 l), se trata de 144 relatos radiofónicos, grabados en 33 casetes, editados por la sociedad alemana Serpal y distribuidos preferentemente en América Latina. Según sus autores, se da por hecho algo que en los tratados de teología moderna parece incuestionable: que Jesús no supo desde pequeño que era hijo de Dios, sino que la conciencia de su divinidad le vino progresivamente.La noticia publicada de que el imprimátur había sido concedido en Madrid por el pro vicario Martín Patino provocó una nota aclaratoria del arzobispado de Madrid donde se dejaba constancia de que los 33 casetes no tenían licencia eclesiástica de Madrid y que «los diálogos radiofónicos nunca fueron sometidos a censura de esta vicaría general».
La autora de la obra, López Vigil, replicó a su vez que los textos leídos por el censor madrileño bajo el título genérico de Jesús de Nazareth «corresponden exactamente a los diálogos radiofónicos que después fueron grabados» bajo el título Un tal Jesús. «El imprimátur que el censor concedió a la obra en su totalidad », señala López Vigil, «está firmado por el pro vicario de Madrid, J. M. Martín Patino, con fecha del 30 de marzo de 1979». ,
Las críticas a la obra por prelados latinoamericanos están encabezadas por el colombiano López Trujillo, presidente del Celam, quien el pasado día 30 de octubre convocó en Roma a diferentes agentes de la casa editora Serpal. Según fuentes cercanas a Serpal, López Trujillo quiere incorporar a la institución alemana, conocida por sus actividades progresistas, en el organigrama del Celam que él controla. Los obispos españoles no se han pronunciado todavía sobre el tema, aunque en el último boletín de la diócesis de Cuenca, Guerra Campos recoge las críticas latinoamericanas.
