Los vertidos radiactivos en el mar no son peligrosos, insiste María Teresa Esteban

En el seno de la Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico (OCDE) no se ha hablado en ningún momento de la posibilidad de buscar fosas marinas para depositar residuos radiactivos en aguas comprendidas entre las Azores y Canarias, a pesar de lo publicado en este sentido, según aseguró durante una conferencia de Prensa en Santa Cruz de Tenerife María Teresa Esteban, directora general del Medio Ambiente, en relación con la polémica existente sobre investigaciones en dicha zona de buques oceanográficos de otros países, que podrían formar parte de un programa científico para localizar cementerios radiactivos en las profundidades del mar. María Teresa Esteban intervino en la apertura de la II Semana Ecológica de Canarias, que organiza el Movimiento Ecológico del Valle de la Orotava.

«Nosotros estamos en la OCDE en distintos comités, como los de energía y medio ambiente, y ahí no se ha hablado para nada de este tema. Que hay barcos haciendo estudios, es evidente, pero no para este fin», afirmó. Según indicó, la tendencia actual es intentar descubrir en tierra unas estructuras geológicas estables y adecuadas, como son las minas abandonadas de sal, para efectuar dichos depósitos. «Por tanto, afirmar que en un entorno más o menos cercano a Canarias se van a hacer fosas de esa clase, es gratuito. Yo, al menos, no tengo tal información», señaló.

Vertidos cerca de la costa gallega

La directora general del Medio Ambiente explicó que había intentado hacer comprender a la Federación de Amigos de la Tierra y a otras organizaciones ecologistas que se ha creado una alarma injustificada sobre el vertido de los residuos radiactivos, «quizá porque no se conoce a fondo el tema», señaló. En su opinión, se trata de residuos de baja actividad, cuyos isótopos se van desintegrando progresivamente, y llamó la atención sobre el hecho de que las fosas oceánicas se encuentran a más de 4.000 metros de profundidad, «donde no hay fauna de importancia y, por tanto, no afecta a la pesca».