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Landelino Lavilla intenta sumarse al pacto de Suárez y Calvo Sotelo

La decisión de Leopoldo Calvo Sotelo de pactar con Adolfo Suárez; el resurgimiento de Landelino Lavilla, deseoso de afirmarse como hombre puente para la conciliación, y el intento de los liberales por arrancar alguna cuota de poder con la carta de Antonio Fontán son las notas más destacadas del momento político de UCD, cuyo comité ejecutivo nacional adoptó por unanimidad, el viernes. la propuesta de Rodríguez Sahagún en favor de la integración del partido.El debate del comité ejecutivo concluyó con el acuerdo de anteponer a los siete puntos del documento del presidente, Rodríguez Sahagún, un preámbulo redactado en estos términos: «UCD se reafirma en su condición de partido de centro, reformista y progresista abierto a todos aquellos que, aceptando su proyecto político y las normas del partido, estén dispuestos a trabajar para la implantación del mismo en la sociedad, reiterando su vocación de continuar a través de sus militantes la inserción en el tejido social».

El texto fue redactado por Jesús Sancho Rof, recogiendo la iniciativa de Leopoldo Calvo Sotelo, que había planteado la necesidad de incorporar personalidades. UCD se define como un partido abierto, pero, como sostuvo Abril Martorell, se excluye la doble militancia. Europa Press alude a ciertos círculos centristas, según los cuales «las cosas están fuera de la ejecutiva. La conversación entre Suárez y Calvo Sotelo no esta satisfactoriamente terminada, v de ahí los silencios de Suárez el viernes». Algún comentario mordaz del presidente del Gobierno podría confirmar estas apreciaciones. A propósito del documento de integración se atribuye a Leopoldo Calvo Sotelo la frase de que los siete puntos que lo configuran equivalen a la proclamación de las Cortes de Cádiz de que todos los españoles deber, ser justos y benéficos.

La reunión del comité ejecutivo sirvió para poner de relieve el silencio de algunos de los principales dirigentes centristas, como Adolfo Suárez, Rafael Arias Salgado. Iñigo Cavero, Martín Villa y Pío Cabanillas. Por eso resaltó con más fuerza el turno que consumió Landelino Lavilla. Su intervención del viernes es la primera en el área del partido después del letargo en que se sumió al concluir con resultados adversos para su candidatura el congreso de Palma en febrero.

Landelino demostró continuar fiel a su vocación de hombre puente. La misma que le llevó a participar en la designación de Leopoldo Calvo Sotelo como candidato del partido a la presidencia del gobierno y a abstenerse después en la votación que aquella noche del 29 de enero llevó a cabo el comité ejecutivo, del que se ausentaron los que ahora se llaman moderados y liberales. Acorde con ese talante, Landelino ha formado parte de la comisión de integración, pero no ha llegado a estampar su firma en el documento resultante, que calificó de obvio, inocuo e insuficiente.

El desarrollo de la sesión del viernes parece anticipar que finalmente el presidente Calvo Sotelo no se va a embarcar en una aventura nueva y prefiere el pacto con los dirigentes mayoritarios de UCD, afianzados frente a Ias bases por largos meses de trabajo tenaz. Una de las claves de ese pacto que se perfila es la composición del comité electoral nacional de UCD, para la que parecen seguros candidatos Calvo Sotelo, Adolfo Suárez y Landelino Lavilla. Además, el presidente del partido, Agustín Rodríguez Sahagún, y el secretario general, Rafael Calvo Ortega, forman estatutariamente parte de dicho comité, a quien corresponde la última responsabilidad sobre la confección de las candidaturas para los próximos comicios generales.

En cuanto a los liberales, cuya plataforma se anunciaba como inminente desde comienzos del curso político, ha reducido su acción a una carta dirigida al presidente del partido centrista, que lleva en su readacción el sello inequívoco de la pluma de Antonio Fontán. Las referencias facilitadas a la Prensa no incluyen la relación ni el número de los firmantes, y se limitan a señalar la presencia entre ellos de Eduardo Punset, los diputados Muñoz Peirats, Castaño, Durán y Fernández, los semi dores Enciso, Soriano. Aguirre. Montañés. Palomino y Fernández Alemán, y el economista Merisió.

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Medios políticos señalan la ausencia de nombres básicos del ala liberal, como Joaquín Satrústegui, Ignacio Camuñas, AntonioJiménez Blanco, Soledad Becerril, Víctor Carrascal y otros acogidos al calor de la empresa pública, como Pedro López Jiménez. Tampoco queda rastro alguno de aquel anuncio según el cual los liberales estrenarían su plataforma sumando hombres ajenos a UCD, es decir, Antonio Garrigues. La carta de Fontán propone que el Consejo Político no adopte el documento de integración, calificado de tautológico, voluntarista y prematuro, y analice antes de modo profundo ysistemático la situación. Por último que reseñar que las juventudes centristas, reunidas en pleno sábado, se han sumado al documento aprobado por el Comité Ejecutivo.

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