El comité especial de la OUA se reunió ayer para organizar el referéndum del Sáhara

La capital de Kenia vuelve a ser el escenario de una cerrada partida diplomática, decisiva para el futuro del Sahara occidental, con motivo de la primera reunión del comité especial de la OUA encargado de organizar las modalidades de un referéndum de autodeterminación y un alto el fuego previo entre marroquíes y sabarauis del Frente Polisario. El comité ha iniciado ayer sus trabajos, a puerta cerrada, bajo la presidencia del jefe de Estado de Kenia, Daniel Arap Moi, quien, en una alocución de apertura, calificó de "desastre para Africa" un eventual fracaso de los trabajos.

El presidente argelino, Chadli Bendjedid; el rey Hassan II de Marruecos; el presidente de Mauritama, Juna Uld Jaidalla, y el secretario general del Polisario, Mohamed Abdelaziz, asistirán a los trabajos del comité a título de partes interesadas. El comité está integrado por los presidentes de Kenia, Guinca, Tanzania, Sudán y Nigeria, el ministro de Asuntos Exteriores de Sierra Leona y el ministro de Trabajo de Malí. Los dos últimos sustituyen a los respectivos jefes de Estado.Según lo acordado por la cumbre africana celebrada en Nairobi en junio de este año, el comité tiene plenos poderes para elaborar, en colaboración con las partes el conflicto, las modalidades "y todos los demás detalles" relativos a la instauración de un alto el fuego.

Los miembros del comité disponen de un informe elaborado por una reunión ministerial previa en el que, según medios argelinos, Figuraría la posibilidad de una mediación del comité entre Marruecos y el Polisario para determinar la fecha de un alto el fuego y la del referéndum, así corno el envío de una misión especial al Sahara occidental y los países vecinos para determinar el censo de futuros votantes en función de criterios que no han sido revelados.

Argelia se propone presentar una memoria que recoge las bases de la posición de este país sobre el conflicto. La misma, tras subrayar que el Gobierno argelino desea "cooperar total y sinceramente" con el comité y, participar a la eliminación de ese foco de tensión en el noroeste de Africa, insiste en la necesidad de obtener la retirada de las fuerzas mitares marroquíes del territorio de la ex colonia española y de su administración civil con prioridad al referéndum, el cual debe ser supervisado por una fuerza de paz de la OUA y, de las Naciones Unidas.

La posición del Polisario tiene un carácter más rígido, ya que solicita la participación a una administración internacional provisional del territorio y la retirada de tropas marroquíes a 150 kilómetros de la frontera, pero en lo esencial adopta los mismos planteamientos generales que Argelia.

Hassan II, conciliador

El rey Hassan lI, cuya presencia en Nairobi, por segunda vez, se interpreta como un gesto de conciliación destinado a subrayar el deseo de Rabat de zanjar de una vez el dilema, ha reiterado en múltiples ocasiones que el referéndum de autodeterminación debe ser controlado y tener en cuenta los derechos históricos adquiridos en las provincias saharianas del reino. Marruecos, que ha invertido cuantiosas sumas en planes de desarrollo de infraestructuras, en El Aalún, Smara y otras localidades, subraya que "no renunciará a un solo grano de arena del Sahara marroquí" y ha creado recientemente un consejo sahariano, integrado por parlamentarios y representantes tribales, para reforzar la marroquinidad del territorio.

La fórmula del consenso ha sido escogida por el comité para cerrar los debates, que en principío deben concluir hoy, una vez consultadas las partes interesadas; pero en el serio del Comité coexisten dos tendencias diferenciadas, cuya arnionización será harto difícil, a juzgar por las tomas de posición formuladas con anterioridad a la renión. Los presidentes de Guinca y Sudán, Seku Ture y Gaafar el Numeiry, entienden apoyar las reivindicaciones de Marruecos, que estiman legítimas, en tanto que el jefe de Estado de Tanzania, Julius Nyerere, sostiene sin desmayo al Frente Polisario. La ausencia del presidente de Mali, Mussa Traore, que visita oficialmente China, ha sido interpretada como la voluntad de mantenerse rícutral en el conflicto ante la perspectiva de un fracaso de la reunión. Idéntica actitud sería mantenida por el presidente Siaka Stevens, de Sierra Leona.

Posición de Trípoli

En la cumbre africana de Nalrobi, el rey, Hassan II había conseguido bloquear la entrada de la RASD en la OUA, a la vez que se imponía como la Figura más destacada de la conferencia al aceptar, tcatralmente, la idea del referéndum. El presidente Chadli afirmaría entonces que se trataba de un "acto de coraje " y una prueba de inteligencia. En los últimos meses, sin enibargo, Marruecos ha intentado infructuosamente establecer un diálogo directo con Aroclia, mientras esta última reiteraba Su apoyo al Polisario, incluso cuando Rabat conseguía normalizar sus relaciones con Libia y Mauritania. Desde entonces, y a pesar del hermetismo mantenido por Argel, numerosos indicios periniten suponer que Trípoli desca mantenerse, sí no al margen del conflicto, jugar por lo menos un papel menos determinante al lado del Frente saharaui.

Las esperanzas de este áltimo mílítan no tanto en favor de la tesis de un cambio sustancial de las posiciones de Rabat conio en la confirmación, por el comité, del derecho a la autodeterminación bajo modalidades legales que hagan de esa consulta eventual la base de actuación de los saharauis; pero para ello sería necesario que las posiciones de ambos contendientes se aproximaran, lo que está muy lejos de efectuarse por el momento.