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La entrevista entre Felipe González y Pierre Mauroy duró seis veces más de lo previsto

El primer secretario del PSOE, Felipe González, mantuvo ayer una conversación de tres horas largas con el primer ministro francés, Pierre Mauroy, y algunos de sus colaboradores. Mauroy había invitado al político español a visitarle a su retorno de la República Federal de Alemania, en donde asistió durante los últimos días a la reunión de la Internacional Socialista. La entrevista, iniciada a las 19.30 horas, se prolongó, de manera imprevista, durante la cena en el hotel Matignon, la residencia oficial del primer ministro, en donde este último y González abordaron «temas múltiples», hispano-franceses e internacionales, todos ellos a título privado e informalmente.

Anteanoche, el primer secretario del PSOE cenó con su homólogo socialista francés, Lionel Jospin, con el que también dialogó sobre todos los temas franco-españoles. En particular, González le habló ampliamente a su colega del tema de la descentralización del poder. El rumor sobre un eventual contacto entre los representantes de Herri Batasuna y las más altas autoridades francesas también fue comentado.La situación francesa, la española, la adhesión de España a la Comunidad Económica Europea (CEE), el problema vasco, la situación en América Latina, en Africa y, de manera muy amplia, la «aventura» de la descentralización que acaba de iniciar el Gobierno francés: todos estos temas fueron estudiados por Felipe González y Mauroy.

De una manera general, el político español, que regresará esta mañana del sábado a Madrid, al final de su diálogo con los socialistas franceses estimó que, en estos últimos, «existe realmente un espíritu abierto y una gran voluntad para fundamentar las mejores relaciones posibles entre España y Francia. Naturalmente», subrayó González, «ni he hecho proposiciones concretas en ningún caso, ni he recibido respuestas consecuentes, puesto que yo soy un representante de la oposición y no del Gobierno español. Pero me ha sido muy útil comprobar el buen estado de ánimo de los gobernantes franceses y, en cuanto tenga la ocasión, le informaré al presidente Leopoldo Calvo Sotelo de mis impresiones». Es de suponer que González le reserve al presidente del Gobierno español algunas informaciones que no hizo públicas en París, dada su condición de interlocutor no oficial.

Refiriéndose a la cuestión vasca, el líder socialista afirmó que, a su entender, «los franceses colaborarán en su medida con los españoles contra el terrorismo». Insistió en que sería «una torpeza convertir el tema de las extradiciones en un test de las relaciones hispano-francesas, sin que ello quiera decir que esas extradiciones no son un elemento importante en la situación presente. «Para González, el problema vasco, si hiciera falta cuantificarlo, en un 80% es español, aunque a veces el 20% restante sea decisivo». De todas maneras, convino en que el enfoque que hacen de esta cuestión los socialistas franceses y los españoles no es exactamente igual.

Desde hace algún tiempo se ha comentado en París, en algunas esferas informativas, la posibilidad de que parlamentarios de Herri Batasuna pudiesen entrevistarse, en un primer tiempo, con el líder socialista galo, Jospin, y, más tarde, con el presidente Mitterrand. González aseguró que anoche, mientras conversaba con Mauroy, fue cuando le llegó a este último «ese rumor, que, por ahora, carece de fundamento. En lo sucesivo, naturalmente, esa sería una decisión del Gobierno ».

González terminó diciendo que este contacto con el primer ministro Mauroy le había servido, sobre todo, para confirmar que «las autoridades francesas se sienten totalmente solidarias con el proceso democrático español, lo que no excluye problemas».

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