Cierre de comercios de Badajoz en solidaridad con ITESA
Gran número de establecimientos comerciales de Badajoz cerraron a mediodía de ayer como muestra de solidaridad con los trabajadores de Industrias Textiles Extremeñas, SA (ITESA), parte de los cuales mantienen un encierro en la catedral de Badajoz, mientras que otros permanecen en la factoría también recluidos, aunque la actividad fabril no se Iba interrumpido en el ritmo que actualmente siguen.
Algunos trabajadores, no obstante, salieron a la calle con pancartas en petición de solidaridad a la población con su problema, que afecta a 262 personas que componen la plantilla de ITESA. Al mismo tiempo distribuyeron comunicados en los que denuncian el escaso interés de las autoridades y entidades provinciales ante el problema, si bien la Junta de Extremadura ha creado una comisión especial que entenderá del problema. Esta comisión tenía previsto para ayer, martes, entrevistarse con el ministro de Industria en busca de una solución al conflicto, que, si bien existía con anterioridad, no se manifestó hasta el 24 de marzo, fecha en que los trabajadores iniciaron su encierro en la factoría.El Consejo de Administración de ITESA, del que es presidente el extremeño y ex presidente de Seat Juan Sánchez Cortés, ha mantenido varias reuniones, aunque de ninguna de ellas se han derivado soluciones. Los trabajadores, en el comunicado difundido, centran el problema de ITESA en la falta de capital para la adquisición de materia prima y renovación de alguna maquinaria hasta la puesta en práctica del plan de reconversión del sector textil, sin que los accionistas, mitad extremeños y mitad catalanes, hayan aportado el capital necesario para cubrir estas necesidades actuales. Por otra parte, culpan también a SODIEX y a las cajas de ahorro de Extremadura de colaborar en el deterioro de la situación de ITESA, que puede desembocar en el cierre. En este sentido, los trabajadores piden el boicoteo a las tres cajas de ahorro de la región, considerando que el patrimonio de la empresa, valorado en unos cuatrocientos millones de pesetas, es suficiente garantía para obtener créditos.
