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Reportaje:

De Carlos: "Bernabéu era un líder yo no"

El madridismo está inquieto. Hombres que en su día aceptaron el consenso de Saporta para que De Carlos accediera a la presidencia están inquietos, quizá arrepentidos de haber aceptado aquella proposición. Cuando el equipo ha ido mal en la tabla, han hecho sonar sus voces, y se quejan no ya de los fallos deportivos, sino de cierta pérdida de imagen que, a su parecer, se produce en el club. De Carlos se defiende: «Bernabéu era un líder, y yo no lo soy. Yo me presenté porque me lo pidieron, y esperé para hacerlo hasta el último minuto, por si algún otro daba el paso. Ahora no es justo que me ataquen».

Félix Fernández y Ramón Mendoza pueden muy bien representar el descontento latente entre los grandes personajes del madridismo. Ambos podían aspirar a presidenciables hace dos años, y pueden serlo dentro de dos. A ambos les avala una excelente posición y una larga proximidad al Madrid. Los dos han estado en la casa y ahora se ven fuera.Félix Fernández, propietario de restaurantes y presidente de la Federación Española de Gimnasia, había asistido al gimnasio del Madrid diariamente durante 48 años: «Dejé de ir hace un año, porque me sentía espiado. Tenía la impresión de que se escuchaba todo lo que decía, y ya no me sentía en mi casa». Es socio con un número «alrededor del 3.000», y fue directivo hace unos veinticinco años: «Yo le propuse a Bernabéu la idea de la Ciudad Deportiva, aunque mi idea era distinta. Yo quería una cosa social, y no elitista, como la que se ha hecho. Discutí con él por eso y porque yo veía que las cuentas no salían, que nos íbamos cargando de deudas y que eso no podía ser. Entonces no era costumbre oponerse a Bernabéu, y tuve que salir del Madrid».

Cuando el consenso de Saporta fue uno de los que aceptaron la paz y la presidencia de De Carlos: «En aquel tiempo vino un día a visitarme a mi casa, y me preguntó si querría estar en su directiva. Yo le dije que sí, pero que si antes se aclaraban bien los números, las deudas del club. De Carlos había sido tesorero durante años con Bernabéu, y tenía que saber de eso. Pero no me volvió a llamar». Asegura que cuando habla no hay rencor por haber quedado fuera de la directiva: «Y no me gusta hablar ahora, cuando muchos aprovechan que el equipo no va bien para atacar a De Carlos. Yo creo que eso es lo menos importante. Es más grave que hayamos dado el nombre a un bingo o que un jugador se desmande y haya que ponerle una multa de un millón de pesetas. Esa imagen de seriedad que tiene el Madrid la trabajó mucho Bernabéu durante años, y se puede perder rápidamente. Y eso es lo que está ocurriendo. Si a Bernabéu alguien le ofrece dinero por poner el nombre del Madrid a un bingo, tira por la ventana al que se atreva».

Es aburrido ganar siempre

En la misma línea está Ramón Mendoza, propietario de una de las cuadras más destacadas del hipódromo e importante hombre de negocios. Socio con el número 2.100, ha estado dos veces en la directiva. Primero, en los últimos tiempos de Bernabéu, y después, en los primeros de De Carlos, como vicepresidente. Acusaciones de una revista que le señalaban como hombre, del KGB en España provocaron su salida de la junta: «Mire, a mí no me preocupa que estemos quintos o sextos. En realidad, un equipo que gane siempre es aburrido para la misma afición. Lo que me preocupa es que el equipo pierda el señorío, porque ese es el gran patrimonio de la casa. Me duelen los rifirrafes con los presidentes del Barcelona o del Atlético; los cambios de línea del presidente respecto a Televisión; me parece feo que hayamos caído en lo del bingo; veo mal que los jugadores se desmanden cada vez con más frecuencia. Pero no quiera sacarme más cosas. Yo soy constitucional, y mientras De Carlos siga yo no pienso moverme. Ese es el presidente que escogió el Madrid».Luis de Carlos confiesa que no lo está pasando bien: «Cuando abro un periódico y leo estas cosas, me irrito. Estos ataques vienen de la gente que más ha atacado a Bernabéu cuando este vivía, y ahora que ha muerto resulta que nosotros pisoteamos su memoria y que ellos tienen que venir a defenderla».

Es especialmente sensible al tema del bingo: «Vivimos en el año 1980 y hay que buscar medios para solucionar la crisis económica. Bingo tienen muchísimas instituciones benéficas y resulta que no lo puede tener un club de fútbol, porque eso es destruir su imagen y pisotear la memoria de Bernabéu. Parece como si no quisieran que salváramos la situación económica, porque han estado fastidiando desde que quisimos ponerlo. Se movieron por el Ayuntamiento y gracias a eso consiguieron que no pudiéramos ponerlo en el Bernabéu, que era un sitio ideal, porque tenemos espacio y no molestaríamos a ninguna vecindad. Consiguieron que tengamos que pagar 3.500.000 pesetas mensuales de alquiler por el local». El bingo le dejó al Madrid cien millones por la concesión de derechos para cinco años, más cinco millones al mes: «Se ha dicho que no nos pagaban, y nos pagan religiosamente. Y se ha dejado caer que un hijo mío está metido en la sociedad que lo explota, y ésa es una mentira indignante ».

De las peleas con Núñez y Cabeza quiere olvidarse: «En ambos casos yo fui el agredido. ¿Qué culpa tengo en eso? Dicen que a Bernabéu no se lo hubieran hecho. Bien, yo no soy Bernabéu. No soy un líder como él fue, y no tengo por qué negarlo. Yo esperé hasta el último momento para ver si alguien se presentaba, para no hacerlo yo. ¿Que hay jugadores poco disciplinados? Siempre los ha habido, y cualquiera que esté cerca de la plantilla sabe que el ambiente es bueno. Cunningham tuvo una equivocación y se trató de corregirle. Digan lo que digan, todo eso viene porque el equipo no marcha bien. El año pasado nadie se movía. Han esperado a que las cosas vayan mal para llamar a los periódicos y hacer declaraciones contra el club. No aceptan que renovemos la plantilla.

Reconoce que la deuda ha ascendido de 280 a 360 millones. «Pero hemos comprado a Cunningham, García Navajas, Angel y Portugal. En total, eso suma doscientos millones. Y esto no es gasto, sino inversión. La realidad es que la deuda ha disminuido».

La marcha deportiva

Boskov y Lolo Sairiz, responsables del fútbol y el baloncesto, aparecen como culpables de la delicada situación. Sin derrotas no habría críticas. Boskov hace sus descargos: «Nadie piensa que estamos renovando el equipo, que hemos empezado la temporada sin más refuerzos que gente del Castilla. Quieren gente joven, pero no quieren tener paciencia. El joven tiene que cometer errores pronto para no cometerlos después. Esa es la etapa que estamos cubriendo ahora. Se ha ido Pirri. He leído que fue un error dejarlo ir; lo decía una persona que el año pasado me acusaba de no atreverme a sentarle en el banquillo. Pirri era un líder y un ganador, y hoy por hoy no es reemplazable. Además todos saben que el Madrid sufre muchas lesiones este año y que tampoco hay suerte ».Sainz se expresa de forma parecida: «Empezamos con la plantilla mermada por la baja de Meister y porque Rullán y Corbalán no estaban bien. Hubo que colocar a Abromaitis en un puesto que no es el suyo, lo que complicaba más su adaptación. Nuestros primeros tropiezos fueron naturales. Para lo único que no hay excusa es para la derrota en Basconia, que fue increíble, un auténtico accidente. Pero en la Copa de Europa la marcha es normal, y en la Liga tenemos que jugar ahora con el Joventut y el Barcelona. En una semana puede cambiar el panorama».

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