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El Gobierno prepara la negociación con centrales y patronal de un programa contra el paro

El equipo económico del Gobierno prepara la negociación tripartita, con empresarios y centrales sindicales, de un plan de lucha contra el paro. La negociación, que en un principio correrá a cargo del Ministerio de Trabajo a nivel de contactos bilaterales con empresarios y sindicatos, se iniciará una vez culminada la revisión salarial del acuerdo-marco interconfederal suscrito entre UGT y CEOE y tras la proclamación oficial de los resultados de las elecciones sindicales.El Gobierno confía en que la negociación para la revisión salarial del acuerdo-marco concluya en breve plazo. En cuanto a la proclamación de los resultados electorales, Trabajo tiene la intención de hacerlos públicos el próximo día 21. En base a estas fechas, los primeros contactos bilaterales del ministro de Trabajo con empresarios y sindicatos podrían tener lugar a partir de la próxima semana.

La pretensión del equipo económico del Gobierno, según ha podido saber EL PAIS, es lograr el compromiso de empresarios y trabajadores con el Gobierno para establecer un plan de lucha contra el paro que evite «la encerrona de que empresarios y sindicatos se pongan de acuerdo entre ellos para que el Gobierno pague las medidas que ambas instancias acuerden».

Esta reticencia por parte del Gobierno ante la verdadera intención negociadora de empresarios y trabajadores justifica los contactos bilaterales que iniciará por separado el ministro de Trabajo, «aun a riesgo de que por alguien puedan ser catalogados como remedo de ciertas jornadas de reflexión».

Esta iniciativa. gubernamental, que para la patronal CEOE no pasa de ser una cortina de humo, trata de responder con anticipación a las demandas planteadas en relación con el tema del paro, tanto por empresarios como por sindicatos.

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La negociación sobre el paro comenzará con contactos bilaterales de Trabajo con centrales y patronal

Viene de primera página

Según manifestó a EL PAÍS un portavoz del equipo económico del Gobierno, «el tema del desempleo constituye la primera preocupación del Gabinete y estamos convencidos de que no sirve el goteo de medidas aisladas como las que hasta ahora se han dictado. Es necesario establecer un paquete de ofertas de empleo con el respaldo gubernamental y de empresarios y trabajadores».

Las reticencias de la Administración hacia el posible comportamiento de patronal y sindicatos, «en cuanto a que verdaderamente estén dispuestos a contribuir desde sus respectivas posiciones a luchar contra el paro sin situar al Gobierno contra las cuerdas», son correspondidas a su vez tanto por las centrales sindicales como por la propia CEOE.

La CEOE no se lo cree

La organización empresarial, en concreto, no se lo cree. «Las noticias que nosotros tenernos», declaró a EL PAÍS José María Cuevas, secretario general de CEOE, «es que el Gobierno quiere asumir directamente su responsabilidad en el tema del paro y afrontar su solución desde su propia posición, una vez que haya recogido la opinión de patronal y centrales ».

La CEOE, que se declara, no obstante, «dispuesta a acudir a cualquier negociación a la que sea convocada por el Gobierno», duda de la viabilidad del plan gubernamental y entiende que así como los contactos bilaterales del ministro de Trabajo, antes de entrar en la negociación tripartita, pueden quedar reducidos a una renovación de las jornadas de reflexión que protagonizaba Abril Martorell, la implicación de Gobierno, centrales y patronal en un plan de lucha contra el paro puede concluir en una segunda edición de los pactos de la Móncloa.

Según señaló Cuevas, la carta remitida por Camacho a Calvo Sotelo y Ferrer Salat solicitando sendas entrevistas para tratar del problema del paro y de aspectos salariales de los convenios contiene una matización que, a su juicio, «delata claramente cuál es la intención comunista a la hora de abordar el problema del paro, como, en realidad, a la hora de abordar cualquier problema en el que tengan oportunidad de rentabilizarlo políticamente: involucrar a los partidos, forzando al establecimiento de un nuevo pacto de la Moneloa, pues no otra cosa persigue el intento de CC OO al plantearnos que, una vez logrado acuerdo entre empresarios y sindicatos sobre los temas de negociación, lo pactado sea ratificado por el Parlamento».

La intención, y el deseo, de la patronal es, pues, dar prioridad al terna del acuerdo-marco, completándolo en su aspecto económico mediante el acuerdo con UGT sobre la revisión salarial, para pasar, posteriormente, a abordar cuantos temas sean precisos; respecto al desempleo con la central socialista, «y con los demás sindicatos que se quieran sumar a la negociación, tanto dentro como al margen del acuerdo-marco».

UGT-PSOE, contra la política económica del Gobierno

Para la central socialista, el tema del desempleo es, en efecto, la primera preocupación que tiene el país, y su solución debería ser abordada de inmediato mediante la oportuna negociación con el Gobierno y la patronal, «tal como le plantearnos a Calvo Sotelo en la entrevista que mantuvimos el pasado mes de septiembre», señala un portavoz ugetista, quien agrega que desde entonces no han recibido ninguna indicación al respecto por parte del Gobierno.

En opinión del referido portavoz ugetista, los sindicatos deberían aceptar incluso una reducción en dos o tres puntos con respecto a la inflación en los incrementos salariales «a cambio de una política de inversiones que permitiera acabar con el elevado índice de paro. Pero cuando hacemos este planteamiento a los empresarios, ofreciéndoles incluso la congelación salarial con la contrapartida del compromiso por su parte de que no habrá ni una supresión más de un puesto de trabajo, se declaran impotentes para garantizar esta pretensión».

El planteamiento socialista de lucha contra el paro difiere sustancialmente de la política económica del Gobierno, inclinada hacia el recorte de la inflación, aun a costa de aumentar el número de desempleados. La patronal, en este sentido, coincide con el Gobierno en reducir la inflación, ante la presión de sus bases, que deben buscar nuevos mercados con unos precios en clara desventaja con el resto de la exportación.

Más inflación

El Gobierno y la patronal justifican la posición ugetista de no aceptar el 13,5% como índice previsto de inflación para el presente año, en lo que califican de interés político del PSOE de forzar en la negociación del acuerdo-marco a que el Gobierno modifique sus planteamientos económicos, admitiendo unas previsiones de inflación superiores a las, ya anunciadas, con lo que se evitaría un mayor incremento del paro, de acuerdo con la pretensión socialista.

Ambas instancias tratan también de implicar la política socialista cuando señalan que no se puede hablar de la necesidad de invertir más mientras que no existe un pronunciamiento claro sobre la nuclearización del país, «por donde pasa el futuro económico».

A este respecto, medios ugetistas aseguran que el tema nuclear está sobradamente salvado en las Cortes, «por lo que políticamente la posición del partido ha quedado clara», y en cuanto a un pronunciamiento de la Unión General de Trabajadores al respecto se considera innecesario. No obstante, la federación de energía de la UGT, en su último congreso, se declaró contraria a las nucleares.

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