Guerra abierta en el departamento salvadoreño de Morazán
La guerra abierta que desde hace dos semanas enfrenta en el departamento salvadoreño de Morazán al Ejército y a las organizaciones guerrilleras, agrupadas ahora bajo un mando único en el Frente de Liberación Nacional (FMNL), ha causado ya un mínimo de seiscientos muertos, según las fuentes más fiables. La mayoría de las bajas se han producido entre el personal civil y, concretamente, entre los campesinos, a los que los soldados persiguen con singular dureza, porque en cada uno ven a un colaborador de la guerrilla. Otras cincuenta personas han muerto en el país en las últimas veinticuatro horas a causa de la otra «guerra sucia», la de bombas y asesinatos.Nadie duda ya de que en El Salvador está en marcha una auténtica guerra civil de consecuencias imprevisibles. El departamento suroriental de Morazán es considerado por la guerrilla como «zona liberada» y, de hecho, el FMNL controla prácticamente la región. La desmilitarización de una extensa zona fronteriza con Honduras, acordada para poner fin a la guerra de 1969, ha ayudado a los propósitos de los grupos guerrilleros.
Coincidiendo con el primer aniversario de la llegada al poder de la actual Junta gobernante, el Ejército lanzó una ofensiva general para recuperar el dominio del departamento. Pero la resistencia que ha opuesto la guerrilla ha revelado que se está probablemente en vísperas de un enfrentamiento generalizado. Aunque la desproporción de armamento resulta todavía evidente, el FMNL ha demostrado que puede soportar incluso una guerra de posiciones clásica, algo que nadie sospechaba hastá ahora.
El Ejército ha cortado totalmente las comunicaciones de Morazán con el resto del país. Ni siquiera las ambulancias y camiones de la Cruz Roja pueden acudir en auxilio de los heridos. Toda persona que trate de cruzar la línea de fuego debe ir dotada de un salvoconducto especial del comandante de la zona, válido sólo por un día.
En sus últimas manifestaciones, algunos portavoces militares han reconocido que existe una «guerra irregular», al tiempo que daban cuenta del desmantelamiento de dos bases guerrilleras, una de ellas en la misma frontera con Honduras.
El periodista de la radiotelevisión sueca Peter Torbuisson ha sido detenido aquí por fuerzas militares salvadoreñas por recoger material gráfico en zona de guerra sin permiso, lo que automáticamente le convierte en sospechoso de colaboración con las fuerzas guerrilleras.
Fuentes opositoras han denunciado la celebración de una reunión conjunta de los Estados Mayores de El Salvador y Honduras en el puesto fronterizo de El Amatillo. Los dos Ejércitos estarían colaborando de hecho en la persecución de la guerrilla aun antes de firmar el tratado de paz, acto que tendrá lugar en Lima el próximo día 30.
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