_
_
_
_
Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Melodrama socialista

Este último filme de Wajda no puede incluirse ciertamente entre sus mejores realizaciones. Esta historia con prolongada moraleja final, entre sermón y arenga para supuestos maniqueos de las artes, cae bajo su propia ingenuidad, herida por un absurdo esquematismo, unas veces pueril y otras sembrado de alusiones demasiado fáciles.Henos aquí ante una joven violinista que conoce en Nueva York a un maestro compatriota ochentón, del que se enamora, entre otras razones porque tiempo atrás fue amante de su madre. El marido, mal dotado para la música y un tanto elemental en los ensayos, se empeña en dirigir los ensayos de su orquesta de provincias olvidando los principios más elementales. Llega el famoso que acaricia, en cambio, el aire con sus manos, y el conflicto estalla, como se dice hoy, a todos los niveles.

El director de orquesta

Guión: Andrés Kijowski. Dirección: Andrzei Wajda. Fotografía: Slawomir Idziar. Música de Beethoven. Intérpretes: John Gielgud, Cristina Janda, Andres Sewerin. Polonia. 1979. Dramática. Local de estreno: Luna 2.

Personajes y situaciones, tópicos y esquemáticas llevan la historia por un absurdo que bordea lo grotesco, sobre todo al final, cuando el maestro se va a sentar en la acera junto a los jóvenes melómanos. Todo es como un cuento infantil donde los caracteres se mueven al capricho del realizador y en el que la pretendida crítica social no va más allá de la pura superficie. El resto son palabras que nos recuerdan cómo debemos amar a la música por encima de todo, según parece como se ama a Dios, más allá de los conflictos terrenales.

Escuchando el sermón, que, sin saber muy bien por qué, descarga la protagonista sobre el marido torpe, no se llega a entender cómo, mediocre y todo, nos quiere convertir en basura a los demás, o hasta qué punto el director famoso es libre porque huyó de su patria en días tan aciagos como comprometidos.

Un viejo idealismo decimonónico corre a lo largo del guión, donde todo se explica y casa, en el que todo aparece atado y bien atado para dar a entender que la música es como un don del cielo, otorgado a los humanos para alzarlos desde el vil barro a esferas superiores. Así, el pobre marido, no celoso de la orquesta ni de su mujer, sino de la música a la que nunca amó, fracasa ante el atril, frente a sus compañeros, justo castigo a aquellos que en su afán de poder venden el alma de la música sirviendo los intereses del partido.

John Gielgud compone el ya sabido personaje de artista triunfador sin añadir ninguna novedad. Andres Sewerin no logra centrar el suyo, ya de por sí confuso, y Cristina Janda tampoco rompe las barreras que una aventura artificiosamente creada interpone constantemente entre la realidad y sus mal justificadas reacciones.

Rodada en América y Europa, no faltan los obligados planos de Nueva York, al parecer imprescindibles hoy para los realizadores.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_