Todas las tendencias de UCD, representadas en el quinto Gobierno de Suárez

Todas las tendencias ideológicas y políticas de Unión de Centro Democrático -salvo los liberales, prácticamente inexistentes desde la muerte de su líder, Joaquín Garrigues- están representadas en el nuevo Gobierno que dio ayer a conocer el presidente Suárez. El Gabinete, que incorpora la novedad de la existencia de ministros de Estado y ministros «de a pie», registra tres ausencias significativas: la del ex vicepresidente económico Fernando Abril, la de Marcelino Oreja y la de Ricardo de la Cierva. Estas tres bajas, junto con la reincorporación a las tareas del Ejecutivo de Rodolfo Martín Villa (Administración Territorial), Fernández Ordóñez (Justicia y Desarrollo Constitucional) y Pío Cabanillas (adjunto al presidente), son los aspectos más destacados de la resolución de la crisis. Leopoldo Calvo Sotelo se hará cargo de la dirección económica del país desde una vicepresidencia. En su conjunto, el Gobierno supone una repetición del que salió de las primeras elecciones generales de la democracia y refuerza la unidad interna del partido en el poder. Los democristianos, que pierden carteras en número e influencia, aparecen, junto con la figura del ex vicepresidente Abril, como los grandes perdedores de la remodelación gubernamental.

En el área económica, por otra parte, el nuevo vicepresidente, Leopoldo Calvo Sotelo, y el que se perfila corno su directo apoyo, Juan Antonio García Díez, han impuesto su criterio al remodelar el equipo, lo que ha supuesto los ceses de Salvador Sánchez Terán, en Trabajo; Luis Gámir, en Comercio, y José Luis Leal, en Economía. También cesa Juan Rovira, en Sanidad y Seguridad Social.Los comités ejecutivos de UCD y Convergencia Democrática de Cataluña se reunieron ayer tarde, de otra parte, para ratificar los pactos suscritos entre ambos partidos. El ejecutivo centrista publicó un breve comunicado tras su reunión, en el que manifiesta su apoyo al nuevo Gabinete y su aprobación a la declaración política que hará el Gobierno, y «cuya instrumentación parlamentaria se decidirá en su momento».

También, el secretario de Estado para la información, Josep Mellá, hizo una declaración oficial, en la que, entre otras cosas, explicó que «la creación de la figura del ministro de Estado responde a una vieja preocupación del presidente del Gobierno por dotar de mayor eficacia al funcionamiento del Ejecutivo». Estos ministros ostentarán la máxima jerarquía dentro del Gobierno y coordinarán áreas administrativas más amplias que las de su propio departamento.

Los líderes de Convergencia de Cataluña y del PNV se muestran reservados en torno al final de la crisis. El PSOE es el primer partido que se ha pronunciado oficialmente, afirmando que el nuevo Gabinete tiene «escasa credibilidad».

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