El fiscal pide cinco meses de arresto para el abogado Salazar
En medio de cierta expectacion e inusitadas medidas de seguridad, se celebró ayer, en la Audiencia de Sevilla, el juicio seguido contra el abogado José Antonio Salazar Murillo, por el presunto delito de desacato a la autoridad judicial.El procesamiento de Murillo Salazar tuvo su origen en unas declaraciones efectuadas por el letrado al diario El Correo de Andalucía, a raíz de un proceso anterior en el que fue acusado de realizar prácticas ilegales en relación con la organización de presos COPEL. En dichas declaraciones, el abogado denunciaba presuntas trabas judiciales al libre ejercicio de su profesión.
Antes de la hora prevista para el comienzo del juicio -las cinco de la tarde- hicieron acto de presencia en el Palacio de Justicia abundantes efectivos de la Policía Nacional armados con metralletas. Por orden del juez, Angel Calderón, las fuerzas de orden público permitieron el acceso a la sala de sólo treinta personas, previa exhibición de sus documentos de identidad, cuyos datos fueron reseñados
Todos los esfuerzos de los representantes de medios informativos, abogados y amigos del procesado por asistir a la vista resultaron inútiles. Letrados de Barcelona y Madrid expresaron al juez encargado del caso su protesta cortés por estas medidas que consideraban «una limitación injustificada de la audiencia pública», al tiempo que se recogían firmas al pie de un documento de protesta semejante.
El fiscal endureció sus conclusiones provisionales, modificando la petición inicial de dos meses y solicitando la imposición al acusado de cinco meses de arresto mayor y 50.000 pesetas de multa, por estimar que concurría la agravante de publicidad. Por su parte, Francisco Capote, ex decano del Colegio de Abogados de Sevilla, que actuaba como defensor, pidió la libre absolución de su defendido.
