Concluye la inspección ministerial en la Universidad de Barcelona
Fuentes de la Universidad Autónoma de Barcelona se mostraron muy optimistas anoche, tras la inspección realizada por funcionarios ministeriales, en relación con la carta de 35 estudiantes castellanohablantes enviada al ministro de Universidades e Investigación respecto a la docencia en lengua catalana.«Ha sido», indicaron las fuentes, «un mero tanteo ministerial para ver si había una reacción en contra por parte nuestra. Esa reacción se ha producido y dudamos de que al ministerio le hayan quedado ganas de volver a incidir en la cuestión». Las fuentes señalaron que una mera anécdota -de triste significado- había sido convertida en algo aparentemente trascendente por el hecho de que el ministro González Seara hubiese decidido mencionar la carta en el curso del primer debate parlamentario sobre el proyecto de ley de Autonomía Universitaria.
Un miembro del departamento universitario afectado por la inspección destacó la extrema corrección de los inspectores, quienes afirmaron que su labor era técnica, y que no pretendía ir contra el uso -legalmente reconocido- de la lengua catalana. Se trataría, pues, de estructurar las clases de manera que todo el mundo pudiera recibir las enseñanzas en su lengua.
Una asamblea de estudiantes de la mencionada universidad elaboró un comunicado suscrito posteriormente por profesores, alumnos y personal no docente en el que manifiestan su «rechazo de la actitud represiva del Ministerio de Universidades, que, apoyándose en un grupo minoritario de alumnos, atenta contra el derecho a utilizar la lengua propia del país, derecho que reconocen tanto el Estatuto de Autonomía como la Constitución».
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