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El CGV desaloja de sus locales en San Sebastián a trabajadores de Laminaciones de Lesaca

El Consejo General Vasco pidió ayer a la policía que desalojara a medio centenar de trabajadores de Laminaciones de Lesaca que desde el lunes ocupaban la sede que este organismo tiene en San Sebastián.

Las FOP se presentaron en los locales a las cinco y medio de la tarde con una carta firmada por el señor Epalza, responsable del Interior de la presidencia del CGV, y los trabajadores exigieron que se les entregara una orden por escrito. El diálogo que mantuvo Miguel Castell, senador de Herri Batasuna, con el responsable de las FOP no impidió que la policía desalojara a los encerrados a las siete de la tarde.Por otra parte, un grupo de cien trabajadores ocupó el martes a mediodía la Delegación que el Ministerio de Trabajo tiene en San Sebastián y mantuvieron a su titular retenido hasta las diez de la noche.

Mientras tanto, en los barrios más transitados de San Sebastián han aparecido numerosos carteles que, bajo el texto de «Se buscan», aparecen las fotografías de los representantes de la empresa encargados de negociar con los trabajadores.

Los trabajadores de Laminaciones de Lesaca no aceptan la vía del laudo propuesta por la empresa para dar salida a las diferencias entre las partes en la negociación del convenio colectivo, según pusieron de manifiesto ayer a este diario. Consideran, asimismo, que existen defectos de forma en la solicitud por parte de la empresa de conflicto colectivo, y puntualizan que en la reunión celebrada el pasado día 31 entre las partes y responsables del Ministerio de Trabajo, en Madrid, en la que no se llegó a la conciliación, tuvo carácter informal.

El conflicto planteado en Laminaciones de Lesaca, cuyos trabajadores se mantienen en actitud de huelga desde hace un mes, surge el pasado noviembre, cuando la parte social presenta su tabla reivindicativa antes de la negociación del convenio colectivo. La parte social, entre otros puntos importantes, pide un incremento salarial del 22%, mantenimiento de las actuales plantillas, reducción de la jornada laboral de 44 a 40 horas semanales, readmisión de mutilados y jubilación a los sesenta años. La empresa, que no contesta al tema de readmisión de mutilados y pone condiciones a la jubilación a los sesenta años, propone un incremento salarial del 10%, regulación de plantilla acogiéndose a las posibles aplicaciones del plan siderúrgico nacional y reducción de 53 horas laborables al año (quince minutos diarios). Ambas partes coinciden en una duración de un año.

El 14 del pasado mes de enero se inician las reuniones entre representantes de los trabajadores y de la empresa. Después de sucesivos bloqueos, la parte social se incorpora al paro de nueve días convocado por Altos Hornos de Vizcaya a principios de marzo. La huelga la continúan hasta hoy. Los trabajadores se encierran el 20 de marzo en las oficinas de la empresa y a partir del día 22 promueven otros encierros como formas de presión.

El mismo día 22 de marzo, la empresa solicita conflicto colectivo y se dirige por telegrama al comité de empresa para comunicar esta decisión. El día 31 último, las partes se reúnen en el Ministerio de Trabajo y no se llega al acto de conciliación. Los trabajadores insisten en aquella oportunidad en dejar claro que la entrevista tiene carácter informal. El encierro que protagonizan medio centenar, de los 2.074 trabajadores que tiene la plantilla, en la Consejería de Trabajo del Consejo General Vasco finaliza ayer tras el desalojo efectuado por las FOP, a petición, por vez primera en Euskadi, del propio CGV.

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